Cómo entrenar a tu dragón 2

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Entretenida secuela del dragón animado

Ya pasaron cinco años, y los habitantes de Berk disfrutan compartiendo sus juegos y trabajos con los dragones, otrora bestias feroces y ahora cariñosas mascotas. La vida es idílica, la nueva generación de navegantes vikingos se ha vuelto de aeronavegantes, y solo las ovejas tendrían que hacer algún reclamo, por una pequeña cuestión de maltrato deportivo. Hipo y Astrid ya son jovencitos. Ella ha mejorado su carácter, él es todo un explorador avezado, practicante del vuelo en caída libre y otras delicias a lomo de su fiel Furia Nocturna.

En suma, todo es lindo, hasta que en uno de esos viajes el muchacho descubre una flota de amenazantes cazadores, que no son nada comparados con el terrible, incombustible Drago Manodura, asesino de dragones. Una cosa lleva a la otra, y, aunque el pibe diga que hablando se entiende la gente, acá va a haber guerra, con muertos y todo. Es bueno que los más chicos sensibles vayan precavidos. Pero hay alguien más, que es toda una sorpresa. Una Figura Protectora que reina en un santuario espectacular, Jinete de Dragones con movimientos de guerrera oriental o surfista ártico, y que provee además otra bienvenida sorpresa, de índole canora: un dueto dramáticamente bien colocado. Cierto que tiene una terminación más bien celta, pero nadie es perfecto.

Todo eso, acompañado por bichos de variados tamaños y colores, paisajes imponentes, vuelos rasantes, una historia que no aburre ni cansa para nada, animación y coloreado excelentes (mano de obra hindú), música orquestal casi constante, toques de buen humor, aventuras en grupo, un solo chiste para adultos, final emotivo y un solo chiste para adultos (y solo para adultos suspicaces, cuando el amigo herrero explica porqué no se casó). Ahora, atención spoilers: hay una licencia argumental, referida a un funeral vikingo en barco ajeno y sin el debido conocimiento de la población. Lo demás, sin quejas.

Autor, el quebequense Dean DeBlois, un gordo casi tan macizo como el padre de Hipo. Formado en Otawa, pasó por los estudios de Hinton (series de TV), Don Bluth ("Pulgarcita", etc), Disney ("Atlantis", etc.), llegó a coguionista de "Mulan", codirector de "Lilo & Stich" y la serie consecuente, etc. Un día, Dreamworks le encargó adaptar un librito de Cressida Powell. A partir de ahí, DeBlois tiene el dragón atado, y doña Cressida también. Y ya están preparando la tercera película.

Postdata: Ninguna oveja fue lastimada durante el rodaje de este dibujo.