Segunda semana con una película chilena que apunta a la aceptación y el éxito popular. En este caso vuelve a ser protagonista Boris Quercia que aquí también es el director y guionista. Lo acompaña otro rostro que de a poco se hace familiar, Amparo Noguera. Una comedia que retrata a una familia tipo ante la disyuntiva de endeudarse para poder pagarle el pasaje de su hija y de su entrenador para una competencia internacional de natación, que no cuenta con el apoyo del estado. En esa situación acuden a soluciones como alquilar una habitación a un turista enojoso, recurrir a las venas de garaje, tratar de vender el auto. Y en cada acción, arribistas y fantasiosos van siendo engañados sin escrúpulos y se van cayendo las apariencias de familia perfecta y armoniosa. Una mirada ácida sobre una clase que practica el sálvese quien pueda, aunque sin profundizar demasiado. Recorrido amable, actores acostumbrados a un ritmo televisivo, que transforman al film es un entretenimiento pasable.