Cine, Dioses y Billetes

Crítica de Marcelo Oliveri - El rincón del cinéfilo

Emotiva evocación del Cinema Paradiso criollo

“Cine, dioses y billetes” es nuestra Cinema Paradiso del cordón industrial de la ciudad de Buenos Aires.

El documental reseña el surgimiento en las décadas del ’30, ‘40 y ’50 del siglo XX de las salas cinematográficas, su apogeo, esplendor y decadencia, hasta desaparecer o transformarse en templos de pastores evangelistas, bingos, supermercados, salones de baile o galerías comerciales

El tratamiento de esta realización es muy tierna, impregnada de nostalgias latentes, tanto en la palabra como en la presencia de dos proyectoristas, u operadores cinematográficos, un acomodador, un combinador y un espectador quienes dan su testimonio, como en quienes fuimos testigos de muchos de los acontecimientos narrados, al tiempo de servir para que las nuevas generaciones tengan conocimiento que la Argentina tuvo su época gloriosa en materia de biógrafos, cinematógrafos, salas cinematográficas, o simplemente cines.

Los testigos convocados hacen hincapié, desde su ángulo de visión, en que el cine era un lugar de encuentro barrial, donde las familias veían tres películas y cubrían media jornada de un día de sus vidas; recuerdan que ir al cine era una ceremonia; que muchos adolescentes (y los que ya habían superado esa etapa) lo buscaban como un refugio para chapar con su novia (en el sentido que ello tenía por entonces), que frecuentemente terminaba en casorio.

Los testimonios de quienes fueron parte de esa época afloran y son reales. Particular significación adquiere la intervención de Damiano Berlingheri (66 años), un “tano” que arribo a la Reina del Plata por los años ’50 para afincarse definitivamente. Operador con 50 años de profesión, muy querido por el ambiente cinematográfico, especialmente por los críticos veteranos. Damiano sigue al pie del proyector actualmente en el microcine de Vigo (Ayacucho al 500), donde semana a semana nos recibe bonachonamente, con su habitual simpatía y cordialidad.

A la bonhomía y la pasión con que Damiano narra fluidamente a cámara recuerdos y anécdotas que atesora, suman su aporte, con igual tono y humor, sus colegas veteranos José Olguín (proyectorista, 79 años), Pedro Strelec (acomodador, 88 años), Oscar Usi (combinador*, 64 años) y Nelio Corneli (espectador, 79 años). dan vida a esta historia de pasiones y sentimientos encontrados.

“Cine, dioses y billetes” es el humano reflejo de pasiones y sentimientos traducidos en una realización modesta, adecuadamente resuelta, que con fidelidad refleja el pasado de nuestras salas de cine. La historia que refiere, con distintos matices, pero con la misma esencia, se debe repetir en muchos lugares de nuestro planeta, cuyo antecedente lo podemos en “Cinema Paradiso”(1988), la bella e inolvidable evocación del italiano Giuseppe Tornatore, que en 1989 ganó el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa.