Chimpancés

Crítica de Julieta Paladino - Fancinema

Simios sociales

Una vez más, la productora norteamericana de dibujos animados más poderosa de los Estados Unidos nos entrega un nuevo título de sus documentales para la sección Disneynature. Anteriormente nos había presentado La Tierra, Océanos y Felinos de Africa. En esta oportunidad, volvemos al continente africano, más precisamente a las selvas de Costa de Marfil y Uganda, para adentrarnos en el mundo de los chimpancés.
Se nos presentará así, de manera documental, la vida cotidiana de las pequeñas “sociedades” de chimpancés, la función de cada uno de sus integrantes, la búsqueda de alimento y la escasez de este, los enfrentamientos con otros animales y con chimpancés de otros clanes, la adquisición de hábitos adultos, el aprendizaje.
Para lograr una mayor empatía en el espectador, el relato está centrado en las vivencias de un pequeño cachorrito, Oscar, y cada animalito es bautizado con un nombre. De hecho, el grupo de chimpancés enemigos en varios momentos son mencionados como el “ejército de Scar”, siendo este último el simio que manda al grupo.
Obviamente, en esta traducción estadounidense del mundo de los animales, no podía faltar una voz narrativa posicionada de manera subjetiva a favor del clan protagónico, así como tampoco las constantes referencias bélicas y peyorativas al referirse a los “otros”. Una vez más se inserta una ideología política del imperio norteamericano presente en un film dirigido para los más pequeños, donde el mundo se divide en buenos y malos, y siempre triunfan los primeros.
Más allá del mensaje explícito y forzado, es innegable el valor documental, la belleza y la sensibilidad con la que fue capturado el mundo de estos chimpancés: por momentos, incluyendo imágenes casi oníricas del crecimiento acelerado de flora y fauna de la selva. Es más que evidente que este mérito es exclusivo del equipo de filmación y de los científicos que acompañaron todo el proceso, mientras que el relato en off y las interpretaciones son posteriores. De hecho, uno de los mayores aciertos de la película es la aparición, antes de los créditos finales, de algunos de los camarógrafos, relatando brevemente las dificultades y la pasión por el trabajo de documentalista, los riesgos y las maravillas de un trabajo en el cual hay que caminar una hora cada día por el medio de la selva.