Chappie

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Robot a la Blomkamp

"Chappie" es el nuevo trabajo del director sudafricano revelación, Neill Blomkamp ("Sector 9", "Elysium"). El film se sitúa en un futuro no muy lejano en el que la fuerza policial humana ha sido reemplazada por una fuerza robótica en manos de capitales privados. Dentro de esa empresa, ingenieros y profesionales de otros rubros compiten entre ellos para lanzar a mercado el mejor producto robótico para proteger a la sociedad. Entre ellos encontramos a Deon (Dev Patel), un joven ingeniero cuyo invento ha sido seleccionado como el mejor protector y es el que actualmente custodia las calles de Sudáfrica (sí, a Neill le gusta elegir su país natal como escenario para sus películas).
Como buen inventor, Deon es un tipo inquieto y ha estado trabajando en un software cuyo objetivo es darle conciencia de sí mismos a sus robots, algo parecido a la trama principal de "A.I. Artificial Intelligence" de Steven Spielberg. Si bien no recibe la autorización de su superiora, Michelle Bradley (Sigourney Weaver), para finalizar su investigación, el hurto de uno de sus productos en manos de un grupo de criminales bastante especial, acelera el proceso y logra dar "vida" a Chappie, un robot niño que está consciente de sí mismo, siente y razona como una persona. En un afectado giro de la trama, Deon debe compartir la educación de Chappie con un grupo de criminales que le enseñan estafas, a disparar y a ser un gángster, a la vez de que se debe cuidar la espalda de Vincent (Hugh Jackman), un compañero de trabajo extremadamente envidioso que quiere verlo arruinado.
Pasando a la crítica, se le agradece a Blomkamp que siempre esté pensando en tramas distintas, políticas y que se animen a salirse de los cánones del mainstream. Sus guiones, que la mayoría de las veces los arma con su colaboradora Terri Tatchell, ponen sobre la mesa temáticas interesantes. En este caso en particular, siento que se les fue un poco de las manos. Quisieron mezclar demasiadas cuestiones y el resultado final se percibió desparejo. También se pueden ver algunos elementos inverosímiles que le quitan credibilidad a la propuesta.
Hay personajes que están de más, como por ejemplo el de Sigourney Weaver (Michelle Bradley) que no aporta nada a la historia, o el villano interpretado por Brandon Auret (Hippo) que no termina siendo el villano principal del film. Por otro lado, nos presentan un mix de géneros que también resultó irregular, pasando por momentos en los que tiene tintes de comedia, luego de thriller, luego de acción fuerte, drama, aventura... Quiso abarcar mucho y se quedó corto con la profundidad de la historia y personajes. En una escena podemos ver a la pandilla criminal divirtiéndose de manera inocente, como una familia, y a los segundos aparecen armas, golpes y mucha tensión entre ellos. No digo que esté mal combinar géneros, pero sí me pareció que acá no se lo hizo de manera natural y con total coherencia. Esto creo que afectó las sensaciones del espectador que termina mareándose un poco en una montaña rusa de géneros que se chocan entre sí.
Una película que en términos generales resulta entretenida y original aunque deja una sensación de irregularidad en el desarrollo de su trama y la presentación de personajes. Se deja ver.