Chappie

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Si uno se deja llevar por las críticas que recibió Chappie en Estados Unidos parecería que el director Neill Blomkamp se convirtió en el nuevo M.Night Shyamalan.
La pegó con su ópera prima Distrito 13 en el 2009 y desde entonces todo lo que hace es un desastre.
Creo que el ensañamiento que sufrió Chappie fue completamente exagerado y no resiste demasiado análisis. Tal vez no sea una película brillante ni represente el mejor trabajo de Blomkamp, pero calificarla de mala y ponerla a la altura de una Scary Movie 4 es una estupidez.
Después de ver la película me quedó la sensación que fue una historia que tenía un enorme potencial y el director no terminó de encontrarle la vuelta al modo en que deseaba narrar la historia del robot.
Como ocurrió en Distrito 9, Neill Blomkamp ambientó el relato en un mundo futurista que fue construido con un alto grado de realismo.
Salvo por la aparición de los robots inteligentes, la ciudad de Johannesburgo presenta los mismos problemas sociales de la actualidad.
La policía de Sudáfrica logró reducir los índices de criminalidad gracias a unos robots modernos que son más efectivos que los agentes humanos.
El inventor de estas máquinas, interpretado por Dev Patel (Slumdog Millionaire), un día consigue desarrollar un programa de inteligencia artificial que deriva en la creación del primer robot con conciencia y emociones humanas.
Las cosas se complican cuando el nuevo prototipo es secuestrado por una banda de delincuentes que planean utilizar el robot para cometer un robo.
Chappie es una película muy interesante cuando Blomkamp trabaja la trama por un camino similar a lo que fue Cortocircuito, el clásico de John Badham, de 1986.
La escena en que Chappie mira un dibujo de He-Man y trata de emular los movimientos del personajes es hermosa y para ese momento la película me había comprado por completo.
El rol de Hugh Jackman, quien interpreta a un ingeniero que tiene una visión diferente sobre el uso que deberían tener los robots en la sociedad, abría la puerta a un conflicto muy interesante.
Este aspecto de la historia tenía un enorme potencial y lamentablemente nunca llegó a ser desarrollado por el director, quien encima desperdició por completo a Jackman en el film.
Chappie comienza a decaer cuando Blomkamp decide centrar su narración en los dos gángsters interpretados por los miembros de la banda de rap sudafricana, Die Antwoord.
La corrupción del espíritu inocente del robot se extiende demasiado y el protagonista pasa de ser un personaje adorable a un nabo que luego se dedica a emular a Robocop.
La exploración de la humanidad del robot fue abandonada por una subtrama de guerras de gángsters que destruyó por completo todo los elementos atractivos que tenía la historia. Lo peor es que el director hace un gran esfuerzo por intentar que los delincuentes despierten simpatía en el espectador, cuando generan todo los contrario porque son personajes irritantes.
El conflicto atractivo de Chappie se daba entre el choque de ideologías de los personajes de Jackman y Pattel y la película se encaminó por otro lado.
Daría la sensación que Blomkamp no tenía claro lo deseaba hacer con Chappie, algo que se hace evidente en los últimos 10 minutos donde el film se vuelve más tonto.
Todos los tiroteos y la violencia extrema del final terminan siendo un recurso fácil para darle un cierre a un relato que nunca tuvo un enfoque bien definido.
Ahora bien, al margen de todas las objeciones que se le puedan hacer al guión, en general, la película es mucho más entretenida de lo que fue Elysium, con Matt Damon.
En los campos técnicos es una producción que está al nivel de lo que el público se acostumbró a ver en un film de Blomkamp.
Los efectos especiales son de primer nivel y las secuencias de acción están impecablemente filmadas. Sharlto Copley, el clásico colaborador del director, hizo un trabajo fabuloso con la voz de Chappie que llega a tener su buenos momentos en la película.
La historia en mi caso no me terminó de convencer y no puedo olvidarme que los trailers promocionales se encargaron de vender una película diferente a la que luego encontrás en el cine.
Creo que estoy también contribuyó con cierta decepción que deja Chappie, ya que se podía esperar mucho más de esta propuesta.
Igual no soy partidario de destruirla y si te gustaron los trabajos del director creo que merece su visión en el cine.