Chappie

Crítica de Guillermo Monti - La Gaceta

La compleja educación de un robot

En un futuro no muy lejano la Policía sudafricana se vale de androides para controlar el crimen. El creador de esos robots obedientes y disciplinados persigue algo más: dotar a las máquinas de inteligencia y sentimientos. De esa búsqueda surgirá Chappie.

Chappie es un niño que se sorprende y se asusta continuamente. Encuentra una madre que le narra cuentos sobre ovejas negras y un creador que le ordena que se porte bien. Pero también hay un padre decidido a convertirlo en un gangster y para eso le enseña a robar autos, a disparar y a manejar un cuchillo. A Chappie, el primer primer robot dotado de una inteligencia artificial superior, le toca aprender sobre la vida en un universo marginal, en el que la ternura y el dolor conviven como si nada.

De esos escenarios pretendidamente distópicos pero absolutamente actuales se nutre la breve e intensa filmografía de Neill Blonkamp. Pueden ser extraterrestres reducidos a ciudadanos de tercera (“Distrito 9”) o sociedades cuyas diferencias de clase determinen la vida o la muerte (“Elysium”); Blonkamp habla del futuro desnudando los males de nuestro tiempo. “Chappie” transcurre en el conurbano de Johannesburgo, tierra de pandillas a las que sólo un ejército de robots puede contener. Cualquier semejanza con la Argentina no es coincidencia.

Ese es el caldo de cultivo en el que Chappie da sus primeros pasos. Se le pegan los modos y el lenguaje de la calle, a la vez que desarrolla una conciencia de sí mismo edificada sobre la inminencia de la muerte. A Chappie se le acumulan los interrogantes y parecen aplastarlo las desilusiones. Son rasgos de una humanidad que no posee, una trampa por ende, de la que deberá salir apostando por la idea de la trascendencia.

Sharlto Copley se sometió al sistema de captura de imagen para hacer un Chappie brillante. Ninja y Yo-Landi asumen la paternidad del más querible de los robots mientras, sin pensarlo, van formateándolo a su imagen. Es lo mejor de un reparto que trae de regreso a Dev Patel y exhibe un Hugh Jackman llamativamente desaforado. Lo de Sigourney Weaver es apenas un pantallazo. Ya habrá más, teniendo en cuenta que Blonkamp se encargará de las próximas secuelas de “Alien” y Ripley prometió ser de la partida.