Cetáceos

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

¿Es posible obtener lo que uno deseaba y, así y todo, sentir que no alcanza, que de pronto no era lo que realmente se quería, que la felicidad pasa por otra parte? Cetáceos (2017) indaga en esas cuestiones.

Clara (Elisa Carricajo) se muda a un nuevo departamento con Alejandro (Rafael Spregelburd), su pareja. Él enseguida debe viajar a Bologna, Italia, para hacer una ponencia. Ella da clases en una universidad y, en simultáneo, le confirman que obtuvo una anhelada beca. Todo parece ser pura felicidad en su vida. Sin embargo, no está satisfecha, o eso es lo que se advierte a través de las actividades que emprenderá durante esos días de estar sola: conoce a un músico escandinavo, le miente a su novio cuando se comunican vía Skype (no desembaló las cajas, no tuvo novedades de la beca) y se suma a un grupo de meditación que emprende un viaje. Tal vez en estas nuevas actividades pueda encontrarle el verdadero sentido a su vida, o al menos escapar de su esquemático modo de existir.

El mayor mérito de la directora debutante Florencia Percia es contar la historia de una crisis evitando las explicaciones y los lugares comunes, limitándose a mostrar las andanzas de la protagonista. Y lo hace en clave de comedia al estilo de las producciones independientes que suelen llegar de los Estados Unidos (de gran influencia en los cineastas de los últimos años); el elemento cómico no está impostado sino que se desprende de las distintas situaciones que vive Clara.

Para la adecuada ejecución de las ideas de Percia es crucial la actuación de Elisa Carricajo: su tono de voz y su mirada (de una fotogenia muy especial, como se comprobó en sus trabajos para Matías Piñeiro y Mariano Llinás) le permiten hacer creíble a esta chica de treinta y pico y sus vaivenes. Las intervenciones de Spregelburd suman hilaridad a la hora de satirizar a un académico que parece más preocupado por sí mismo que por cualquier otra cosa.

Cetáceos le pone humor a una situación no tan humorística, además de que presenta a una directora con una sensibilidad personal.