Cercana obsesión

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Discurso a destiempo que ofende

Veinte o treinta años atrás, una película como Cercana obsesión podría haber sido un bodrio con cierto éxito de taquilla, pero bodrio al fin. Incluso el título local elegido para The Boy Next Door parece un homenaje a aquellos films que podían pasar directo a video sin pasar por los cines. El que avisa no traiciona y lo que parece una película insufrible finalmente lo es. Jennifer Lopez es una profesora de literatura separada, que se siente atraída por un joven veinte años menor. El joven es el vecino y ella comete el error fatal de acostarse con él. Una mujer que siente deseo hacia un joven y lo concreta desata un vendaval de locura y violencia. Un discurso que parecía ya erradicado del cine industrial pero que aquí regresa con todas sus peores características.
La película castiga abiertamente cualquier forma de deseo, más aun cuando es femenino. Parece increíble tener que estar destacando esto, pero aunque parezca mentira ese es el eje. Rob Cohen hizo un buen film hace mucho, se llamaba Dragón: la vida de Bruce Lee. Luego de eso y hasta la actualidad vive peleándose y quejándose de las maldades de la industria para la cual el trabaja. Como sea, este es uno de sus peores films, pero no el único malo. Tal vez el director Rob Cohen se ha vuelto completamente cínico e intenta hacer una imitación del peor cine de los ochenta y noventa, pero eso sería hilar demasiado fino.
La subestimación del espectador es grande aquí, pero por encima de todas las cosas lo que se ve es falta de talento para llevar adelante un film con algún tipo de valor.
Las escenas son ofensivas desde lo estético y desde lo ideológico, pero además producen momentos no intencionales de humor. Casi parece que el guión hubiera funcionado mejor si la película hubiera sido una comedia. La fotografía demodé, los golpes de efecto que hace décadas son trillados, todo parece conducir a aquel cine que ya pensamos que no íbamos a ver. Pero acá está y, por insólito e injusto que parezca, ocupa salas de estreno en una cartelera bastante apretada.