Cars 2

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Los autitos chocadores

Las películas de los estudios Pixar, y al cual pertenece Cars 2, tienen fama de ser obras perfectas. Films como Toy Story, Wall-E o Ratatouille han sido tan exitosas como a la vez valoradas por la crítica. Buscando a Nemo, Monsters Inc. y la primera Cars han tenido el favor de un público que las ha convertido en clásicos contemporáneos.
Aunque no todos los films de Pixar han sido tan perfectos como la leyenda cuenta, Cars 2 ya comienza a tener la fama de ser la peor de las películas del famoso estudio. A no preocuparse tanto, quien vea Cars 2 no encontrará un producto mal realizado o visualmente pobre, al contrario, pero lo que falla en esta película es el contenido emocional potente y seguro que tienen todos los demás films creados por Pixar.
Como si fuera una mezcla de un film de James Bond y la saga de Cupido Motorizado, la película pone su énfasis en escenas de acción, espionaje y espectaculares persecuciones. Sin embargo, el humor inteligente, la simpatía de los personajes y la profundidad de sentimientos e ideas desaparecen casi por completo. Autos que van y vienen, chocan y explotan son un show visual pero no consiguen mucho más. El protagonista de la historia no es esta vez alrededor de Rayo McQueen sino de su amigo Mate, la grúa oxidada. Este cambio genera un exceso de bromas burdas sin vuelo que se vuelven agotadoras. Mate funcionaba mejor como acompañamiento que como protagonista, queda bien claro en Cars 2. Mate se convierte en un agente secreto a la fuerza, lo que ha funcionado en muchos films de la historia del cine, pero acá no se sostiene.
Algunos personajes secundarios aportan algo de fuerza y novedad, a la vez que ofrecen los momentos más entretenidos del film. Entre ellos hay que destacar al agente Finn McMissile (en inglés con la voz de Michael Caine) y el auto que compite con Rayo, Francesco Bernoulli (John Turturro). Entre las voces en el idioma original están también Owen Wilson, Joe Mantegna, Vanessa Redgrave y Franco Nero, entre otros. Un lujo extra para quienes la vean en inglés.
En definitiva, Cars 2 es una película más de acción que de emoción, y busca más el chiste fácil que la inteligencia de una construcción del humor. Y esto último, para Pixar o para cualquier otro estudio de cine, es más un síntoma de mediocridad que de estilo.