Cars 2

Crítica de Beatriz Molinari - La Voz del Interior

Vértigo en el Grand Prix

Una constelación de plataformas petroleras en medio del océano inicia la historia de Cars 2 . Después de un episodio con espías y persecuciones, el paisaje cambia totalmente y la acción involucra a Mate, la grúa oxidada, y a Rayo Mc Queen, los inseparables amigos de Cars.

Disney y Pixar entregan la segunda película en la que los autos se transforman en unos personajes sensibles, gracias al extraordinario diseño de animación y los avances tecnológicos. Una vez más, cuando de Pixar se trata, hay una explosión de colores, de líneas pensadas para caracterizar cada personaje con los ojos ?como faros. La ausencia de lo humano es apenas un detalle, si se tiene en cuenta el conflicto, los sentimientos en juego y la aventura al mejor estilo de Rápido y furioso que definen el guión de la película.

Rayo Mc Queen llega a descansar a su pueblo donde lo ?espera Mate. Pero un desafío inesperado lo hace cambiar de planes. Su contrincante Francesco, un italiano fanfarrón, lo reta al Grand Prix Mundial donde, además, se probará un nuevo combustible. El tema de la energía alternativa y la acción de una mafia petrolera, infiltrada en la competencia, ponen los motores al rojo vivo.

Mate, el gran protagonista, de Cars 2 se convierte en espía sin saberlo. El malentendido provoca escenas de mucho humor. El torpe será el héroe, para admiración de los profesionales del espionaje: los bellos modelos deportivos que lo confunden con su contacto, o los temibles bólidos que quieren terminar con él.

Cars 2 tiene escenas divertidísimas a alta velocidad. Cada detalle es un elemento de animación al servicio de la historia. Mate y Mc Queen recorren ciudades sofisticadas, como Tokio, París, Londres. La reconstrucción de calles y ambientes es notable, así como los trucos que utilizan Mate y sus compañeros de equipo. Hay momentos de típica película de espías, con disfraces (de capot y diseño), cuerdas, armas, cámaras y teléfonos que condensan el humor en ese juego de autos que logran expresarse a pesar de los fierros. Pixar toma también episodios propios de las películas de mafiosos, que los adultos disfrutarán muchísimo. Y por otro lado, a tono con los chicos de hoy, el tema de la energía llega a la Fórmula 1 de la animación con visos de guerra actual. El biocombustible está en carrera y los jefes de las plataformas petroleras ponen todos los palos en las ruedas.