Carlos

Crítica de Javier Porta Fouz - HiperCrítico

Junto con Los agentes del destino, una película sobre un político, la película más interesante estrenada la semana pasada fue Carlos, de Olivier Assayas, sobre el famoso terrorista venezolano Illich Ramírez, alguien que estaba convencido de estar haciendo política de alto nivel secuestrando y asesinando. ¿Película? En realidad Carlos es una miniserie de más de 5 horas, que aquí se estrenó proyectada en DVD en su versión de menor duración, de cerca de 3 horas (ambos cortes son del director). Yo vi la versión completa, pero supongo que no se debe ver muy afectada la versión reducida porque la estructura está armada por bloques argumentales, grandes episodios en la vida de Carlos, “militante internacionalista” y pieza fundamental en el escenario de la Guerra Fría, especialmente en la década del setenta. Carlos, tal vez el logro definitivo de la etapa más global y estilísticamente un tanto posmoderna del cine de Assayas, es trepidante y violenta, y a pesar de la cercanía física que establece con su personaje mantiene una marcada distancia ideológica, una suerte de neutralidad para observar las pasiones e intereses en juego. Pocos cineastas se animan a meterse con la historia, menos con la historia reciente, menos con la historia reciente más polémica, y menos aún a musicalizar de esa manera.