Capitana Marvel

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Primer filme de superhéroes de la factoría Marvel enfocado en una mujer. "Capitana Marvel" tiene su primer gran acierto en esta protagonista, Brie Larson, que luego de hacernos estremecer en aquella película claustrofóbica llamado "La habitación", se destapa como la típica californiana dispuesta a todo, de una sola vuelta, amiga de los amigos y siempre dispuesta a ayudar.

Carol Danvers fue piloto de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y ahora está metida en una Fuerza Estelar, una de cuyas misiones se desarrolla en medio de una guerra intergaláctica de Kees y Skrulls. No es una chica como todas, claro está; es superpoderosa por haber sido víctima de un accidente que le inyectó ADN intergaláctico Kree, o sea que tiene toda la fuerza del mundo.

Claro que en el momento en que se inicia el filme la memoria parece fallarle y no puede establecer verdaderamente su identidad y si algunos de los personajes que están o estuvieron a su lado son amigos o enemigos. Eso le pasa especialmente con el personaje de Annette Bening, que aparece una y otra vez a su lado y a la que solo podrá definir al final (no contamos de qué lado está la Bening porque es parte del suspenso de la historia).

El filme, como todas las películas de superhéroes, abunda en efectos especiales, todo tipo de acción (recomendamos la lucha con la vieja en el subte), persecuciones, vuelos increíbles y enfrentamientos de todo tipo, pero es más una violencia de fuegos artificiales donde no se hace hincapié en víctimas y, como la sangre de la mayoría es verde, no hay problemas con el gore y los habituales colgajos colorados de otros filmes.

La superheroína tiene un mentor superestrella, Yon Rogg (Jude Law), con el que se abraza y se golpea en varias escenas de efusión galáctica, mientras que la relación pasa por lo gracioso con Nick Fury (Samuel L. Jackson), de la prestigiosa agencia SHIELDS, ubicado en la época en que todavía conservaba ambos ojos.

Un atractivo es la buena reconstrucción de la época de los "90 en que se desarrolla parte de la historia, con un típico videoclub bien surtido en una de las primeras escenas.

Filme atractivo, sin novedades en su factura formal, con mucha humanidad en sus personajes (el entorno amistoso de Carol, María Rambeau, su pequeña hija Mónica), buenas dosis de humor y un gato que no es solo un felino, es un flecker y trae más de una novedad con su presencia (también mantenemos el silencio sobre su identidad).
Un consejo: no moverse a pesar de los créditos finales porque hay dos escenas poscrédito de atracción para fanáticos.