Capitán Phillips

Crítica de Alan Echeverría - Cinéfilo Club

Tensión en el océano

Basada en hechos reales y con una atinada dirección de Paul Greengrass, Capitán Phillips sorprende con un relato vibrante que crece en nerviosismo a medida que los minutos avanzan. El director despliega su gran pulso narrativo a la hora de trasladar los acontecimientos a la pantalla certeramente, cooperando con la suba de tensión al valerse de una amplia gama de recursos técnicos.
El film nos remite a la historia de Richard Phillips (Tom Hanks), el capitán que comanda el buque carguero Maerks Alabama. En su expedición oceánica, el navío es interceptado por un grupo de piratas somalíes dispuestos a llevarse un buen motín de dinero. Se trata del primer asalto (exitoso) a un barco con bandera estadounidense desde comienzos del siglo XIX.
Capitán Phillips porta la audacia aventurera de películas como Kon-Tiki, por remitirnos a un ejemplo reciente de odisea en las aguas, pero traspasa ese simple encasillamiento por encuadrarse mayoritariamente dentro del thriller. Y allí entran en juego elementos como el suspenso, la rigidez, la negociación, la toma de rehenes, entre otros.
Tom Hanks es el principal sostén de la proyección. Nuestro protagonista expresa con total naturalidad y verosimilitud extrema sus sensaciones. Se preocupa, se incomoda, se angustia y se emociona. Con fruncir el ceño o con una mirada basta para comprenderlo. Y para creerle. Una fantástica actuación que le otorga un plus a lo que Paul Greengrass ya nos cuenta más que aceptablemente. Y los secundarios lo escoltan, colaborando gratamente para cerrar un producto redondo.
El creador de The Green Zone sabe aportarle un grado de tirantez a la cinta que se mantiene, en líneas generales, uniforme durante todo el metraje. Quienes ocupan el rol de villanos llevan la característica de la peligrosidad casi impredecible de sus acciones. Sujetos nerviosos, poco fríos para manejarse, amenazando constantemente y en una postura firme-ciega en cuanto a la persecución de sus objetivos. Todo encaja perfecto en la creación de una atmósfera tensa que ocasiona y conserva la expectación del público.

LO MEJOR: Tom Hanks. Cómo se narra la historia. Entretenida, con aires de buen thriller. Nerviosismo.
LO PEOR: su duración, algo extensa.
PUNTAJE: 8