Caídos del mapa

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

Las películas de aventuras protagonizadas por niños constituyen un subgénero con exponentes estupendos y otros no tanto, pero que siempre engancha a los chicos y apela al costado más infantil de los adultos. Hollywood supo y sabe dar cátedra en ese rubro, y en Europa también podemos encontrar joyitas. Argentina dio films protagonizados por chicos, como Toscanito y los Detectives, de 1950, pero nunca hubo una tradición, cosa que sí sucede en la televisión.

Caídos del Mapa podría ser el comienzo de esa tradición en materia cinematográfica.

Basada en la primera de una serie de populares novelas infanto-juveniles, nos presenta a cuatro amigos y compañeros de la escuela primaria, quienes, aprovechando un recreo, y gracias a una llave robada, se internan en el sótano de la institución. Allí, en medio de pupitres viejos y otras piezas del pasado, se divertirán y bailarán, pero también harán importantes descubrimientos sobre ellos mismos. En tanto, siempre en el mismo horario escolar del mismo día, los padres, la profesora y la rectora (la mayoría de ellos, no muy inteligentes ni confiables) se dedicarán a rastrearlos para darles un castigo a la altura...