Brightburn: hijo de la oscuridad

Crítica de Santiago García - Leer Cine

La idea de partida es interesante. No es un invento del todo novedoso, pero se sale de la media de los estrenos actuales. Es la idea de partida, porque todo lo demás es la más absoluta y conocida rutina de docenas de películas que hemos visto y seguiremos viendo sin poder diferenciarlas entre sí al poco tiempo de que hayan pasado. Una gran decepción, una oportunidad desperdiciada.

Un niño viene del espacio. Es adoptado por un matrimonio que no puede tener hijos. En algún momento el niño crece y descubre que tiene superpoderes. Es como la versión monstruosa de Superman, porque el chico no es bueno y no tiene el más mínimo interés en ayudar a nadie. Lamentablemente lo que podría ser una película sobre un gran villano, es otra película más de terror con niño. Las esperanzas de una franquicia podrían estar intactas, pero estamos frente a otro caso de pensar en la secuela sin hacer un primer film de calidad.