Betibú

Crítica de Chandler - Cines Argentinos

Creo que ya no hay que decir cuando una película Argentina está muy bien filmada como una rareza. Lo bueno con las películas que apuntan a un público grande y tienen los recursos para hacerlas bien, es que ya han logrado un standard importante en calidad técnica y artística. Betibú es uno de esos casos.

Está muy bien filmada, con recursos visuales de lujo y na buena fotografía. Quizás muchos no se detengan en eso, pero ver algo así a mi ya me genera una gran satisfacción y me permite disfrutar la parte de la historia y los personajes.

Betibú tiene una regularidad en su relato y en su "entrega de pistas" notable. Nunca decae. Sus actuaciones son excelentes en todos los niveles. Dejemos de lado a Mercedes Morán con un papel hecho a la medida casi, lo que la permite lucirse, un Fanego que se puede escapar de su papel casi continuo de hijo de puta y no por eso no creerle. Un Ammann que entrega una interpretación totalmente distinta a la de Tesis sobre un homicidio. Además de todo eso, lo bueno está en los secundarios.

Aplaudo de pie que aparezca un Lito Cruz sin bigote, pero haciendo de comisario... un Gerardo Romano que tiene una gran particularidad en la película y nunca dejarás de sospechar sobre lo que es, un Norman Briski paranóico y para aplaudir de pie. Betibú tiene eso para acompañar toda la historia, está muy bien estructurada en el camino hacia el final.

Betibú es un gran policial muy bien filmado y sin lugar a dudas paga el precio de la entrada y permite ir cambiando esa frase de "no parece Argentina" por una "vi una de las buenas argentinas".