Battleship: Batalla naval

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Hora de analizar la llegada a salas de la multipromocionada “Battleship”, film basado en el popular juego de Hasbro que todos conocemos, en el cual dos flotas se enfrentan a ciegas en un mar de cuadrículas en el que prevalece, en teoría, el más intuitivo y cerebral. Ustedes se preguntarán: cómo se adapta esa propuesta de tablero a un film de acción y aventuras? Respuesta: con mucha imaginación. Y despliegue. Al estilo de los tiempos que corren.
Luego de varias películas mediocres (entre ellas Hancock , The Kingdom y Friday Night Live), Peter Berg encontró la manera de amalgamar varias influencias (por fin) y ofrecer un producto entretenido y delirante, como pocas veces hemos visto a este nivel…
“Battleship” es la historia de un conflicto bélico. Los enemigos son, extraterrestres. Así de directo. Arranca el film con el descubrimiento de un planeta que podría tener vida, lejos de aquí y de los conocidos (fuera del sistema solar). La NASA envía un mensaje con la esperanza de comunicarse, utilizando un satélite especial de referencia (para amplificar su llegada). Obviamente, no será esto lo que suceda. Al parecer desde el espacio exterior organizan una expedición para visitarnos, con intenciones poco amistosas…
Son poderosos, fuertes y no vienen dispuestos a negociar… Y nos enteramos rápido de esto.

Cómo los enfrentamos? Bueno, tenemos un par de hermanos que saben mucho de lucha en el mar (incluso uno de ellos es Capitán de un barco): Alex (Taylor Kitsch) y Stone (Alexander Skarsgård). El primero es un tiro al aire pero eso no le importa a Sam (Brooklyn Decker), hija del Almirante Shane (Liam Nesson), quien se enamora inmediatamente del más joven de los Hopper, para sorpresa de su padre. El hombre en cuestión (el protagonista, Kitsch), tiene muchos problemas de relación y esta tendencia a llevarse mal con la gente, amenaza con bajarlo del navío.
Varias naciones están realizando en la zona de Hawaii un ejercicio conjunto de coordinación de fuerzas navales militares (con Japón como la más presente), así que cuando el enemigo llega, la primera reacción es defender el planeta, confiando en que el poderío de la flota internacional puede hacerle frente a la maquinaria pesada que traen los visitantes.
Hasta acá, les resumo las ideas que circulan en una ecuación: Independence Day + Mars Attack + Transformers + Pearl Harbour. Se imaginan la mezcla? No? Bueno, entonces tienen que ver “Battleship”.
Nada hay que tomarse en serio a lo largo de las más de dos horas de duración de la cinta. Tendremos grandes batallas, acción y aventuras, hasta ahí. Las actuaciones, como en todo tanque pochoclero que se precie, no están a la altura, pero…a alguien le importa?
La cuestión es que “Battleship” ofrece un mix de ideas ya transitadas, ensambladas rudimentariamente y hay que aceptarlo así. Apunta a un despliegue visual tremendo y a cautivar al espectador con algo de humor negro y muchas explosiones. Pero es válido y de alguna extraña manera, funciona.