Batman vs Superman

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El nuevo Batman

La película más taquillera del momento parece ser también una de las más polémicas. En realidad no mucha polémica, más bien insultos que se tiran al aire cuando alguien ataca con dureza esta nueva película con héroes de DC Comics. La generación de los lectores sistemáticos de historietas domina hoy la taquilla mundial pero arrastra los prejuicios de las generaciones anteriores. Los que antes se obsesionaban por la literatura y el teatro para interpretar las películas, han sido reemplazados por una nueva camada de espectadores de cine que parece negarse a interpretar una película en base a lo que realmente pasa en la película, más allá de cualquier texto o formato previo que la inspire.

DC Comics ha visto a sus personajes en la pantalla grande desde hace mucho tiempo. Aunque el lugar común hoy indica lo contrario, se trata de personajes que han tenido gran suerte en el cine, en especial Batman, con sus versiones dirigidas por Tim Burton y Christopher Nolan. Si algo aprendimos de Batman es justamente que no existe una forma correcta de llevarlo a la pantalla de cine y televisión. No solo Burton y Nolan demostraron que podían hacer cosas diferentes pero igualmente buenas, sino que tiempo atrás la versión pop en clave de comedia creada por William Dozier también era brillante. Aquel inolvidable Batman con Adam West tuvo también una versión cinematográfica. Así que no hay reglas, salvo las que cada film crea, lo que realmente hay que hacer es analizar la película que tenemos delante, Batman vs Superman.

La película muestra al millonario Bruce Wayne preocupado por los daños colaterales del superhéroe Superman, a quien le reclama por los daños colaterales de sus enormes batallas contra los villanos. La forma en la cual la película lo muestra resulta un poco apresurada y poco convincente, además de abrir algunas puerta a cierto verosímil que luego le costará cerrar. Superman ya ha sido presentado con detalle en el film anterior del héroe, pero Batman es nuevo así que también tenemos que conocer su pasado, incluyendo la muerte de su padre y, más importante para la trama, de su madre. Lo acompaña, como siempre, su mayordomo y lugarteniente Alfred, interpretado de forma espantosa por Jeremy Irons en un tono que no es ni gracioso, ni cínico, ni interesante. Un punto que quedará en la historia es justamente haber creado el peor Alfred de la historia.

En sus dos horas y media Batman vs Superman tiene que presentar a un nuevo héroe, enfrentarlo a otro héroe, y luego agregar villanos. Como si esto no fuera suficiente, incluye a la Mujer maravilla a la que le da un cierto protagonismo pero no termina de presentar. Y anuncia, como si fuera un corte publicitario, tres nuevos héroes por venir. Es mucho material, muy atractivo para las ventas, pero muy poco sólido en la narrativa. Aunque se entiende que esta es una película de Batman, los demás personajes sufren peleando por algo de protagonismo. Incluso Superman es un personaje desdibujado, casi olvidado por el guión por momentos, algo bastante insólito. Pero no todas son malas noticias, porque si pensamos que se trata de una película de Batman, lo que vale es que Ben Affleck interpreta a un Batman magnífico. Todo funciona en su Batman, su personaje tiene futuro y una película solo con él y Ciudad Gótica tiene mucho potencial.

En la multiplicación de personajes y conflictos el la dirección y el guión no hacen buena pareja en este caso. La grandilocuencia visual de Snyder tiene por momentos indiscutible impacto, pero en otras escenas es una confusión de explosiones y fuego que tiene muy poca claridad narrativa. Así que la película necesita explicar cosas y sumar información en los momentos en los cuales Snyder deja las cosas un poco en paz. La falta de humor, por otro lado, lo que en este caso hubiera venido bien para que la ridiculez de algunas escenas quedara algo tapada. Ser ridículo y solemne es una combinación que hace vulnerable a cualquier film.

La taquilla aprobó con creces a esta película que sufrió un inusualmente violento rechazo de la crítica. Muchos espectadores también fueron críticos. En la euforia de la victoria comercial es posible que estén tomando notas para el futuro. Todos tendrán sus películas y convivirán en La liga de la justicia. Como espectadores solo queda desear lo mejor, ya que esas películas coparán las salas del mundo. Nuestra apuesta, como de costumbre, es para Batman, y en particular para Ben Affleck. Si algo del mundo de sus films como director, tanto en la melancolía como en la narrativa perfecta, puede sumarse al mundo DC, entonces no hay de qué preocuparse, Ciudad Gótica y sus personajes estarán a salvo.