Barrefondo

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

El buchón

Resulta sumamente confortable el debut del documentalista Jorge Leandro Colás con Barrefondo, cuyo origen es la novela homónima de Félix Bruzzone, quien ha plasmado sus experiencias como piletero en una historia donde las necesidades tienen cara de hereje. También, al estar presente la geografía del conurbano bonaerense, el film de Colás agrega una atmósfera singular para el género policial, sin apartarse del registro realista y con una cuidadosa elección de actores para llegar a transmitir atmósferas perturbadoras y tensión de manera constante.

Al protagonista de esta historia, Tavo, en la piel del actor Nahuel Viale, lo atraviesa por un lado una rutina laboral desgastante, que consiste en limpiar junto a su colega Bolivia (Osqui Guzmán) piletas de natación en los countries de la zona y recibir todo tipo de trato por parte de sus clientes, pero por otro una crisis con su pareja embarazada (María Soldi), producto del constante contrapunto entre la lucha cotidiana por subsistir y la sombra de su suegro, ex policía que también sobrevive con una remisería de barrio.

El giro como en todo policial que se precie repite la fórmula exitosa de “hombre equivocado en lugar equivocado” y desde ese puntapié todo se enrarece cuando entra en escena un oscuro personaje apodado Pejerrey, interpretado por el siempre eficaz Sergio Boris.

Por esos carriles de la ilegalidad, el apriete y el axioma del sálvese quien pueda, con la noche como telón de fondo, transita esta ópera prima que además consigue bucear con sutileza tanto en un tejido social deshilachado como en la intimidad de un ambicioso y vengativo piletero, capaz de transformarse en un abrir y cerrar de ojos en una pieza clave que une dos mundos absolutamente opuestos.