Bajo la misma estrella

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Una película que trabaja una de las temáticas más trilladas en la historia del cine.
Si nos referimos a filmes románticos donde alguno de los protagonistas tiene cáncer tenés para escoger una lista enorme de producciones realizadas en las últimas décadas.
El superclásico indiscutido obviamente es Love Story, con Ryan O´Neal y Ally MacGraw, que literalmente hizo llorar al mundo entero en 1970. Una propuesta que en su momento además consolidó el denominado "chick flicks" (películas para chicas) en el cine norteamericano.
Desde entonces se hicieron infinidades de filmes con esta misma cuestión.
Podemos citar Tierra de sombras (Anthony Hopkins), Seis semanas (Dudley Moore), Todo por amor (Julia Roberts), Mi vida (Michael Keaton), Reencuentro (Leonardo DiCaprio), Un amor para recordar (Mandie Moore), Otoño en Nueva York (Winona Ryder), Mi vida sin mí (Sarah Polley), Dulce noviembre (Charlize Theron) y más recientemente en el 2012, Now is good, con Dakota Fanning, quien interpretaba a una chica con leucemia que quería perder su virginidad ante de morir.
Producciones que al pagar tu entrada en la boletería del cine te dan un puñal para que te lo claves en el pecho al final de la historia y mueras desangrado en la butaca.
Bajo la misma estrella no ofrece nada nuevo ni original que no se haya hecho en los últimos 40 años con este tema.
Sin embargo es un film que se disfruta por la extraordinaria interpretación que brinda Shailene Woodley (Divergente) en el rol protagónico y la dirección de Josh Boone.
El realizador logró evitar la mayor cantidad de clichés posibles que se pueden encontrar en historias de este tipo y eso generó que el argumento sea mucho más llevadero.
La trama es bastante emotiva pero nunca abusa del melodrama y los golpes bajos como ocurrieron con otras propuestas similares en el pasado. Algo que se agradece al director Boone porque estos filmes siempre son complicados de ver.
La película está claramente dirigida a las chicas adolescentes y a Matías Lértora que también le encanta llorar con estas historias. De hecho, es el target de lectores que convirtió en best seller la novela de John Greene en la que se basa esta producción.
Pensé que iba a ser peor esta película por el enorme desgaste que tiene este tema y la verdad que me encontré con una historia que logra engancharte con los personajes y la interpretación de los protagonistas.
En materia de filmes sobre romances adolescentes creo que califica entre lo más decente que se estrenó en el último tiempo.