Baires

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Vacaciones peligrosas

El sueño de la joven pareja integrada por Mateo (Benjamín Vicuña) y Trini (Sabrina Garciarena), y sus paradisíacas vacaciones en Argentina, parece caerse a pedazos cuando son secuestrados por una banda de narcotraficantes liderada por un explícito vilano Eric (Carlos Belloso). Mateo será obligado a cargar con varios kilos de cocaína hasta España, Trini queda como garantía y un policía de civil, el personaje "frontera" de la trama, el siempre listo Nacho (Germán Palacios, en un buen trabajo), podría encarnarse en el salvador del asunto.
Lejos parecen haber quedado las postales turísticas de la ciudad que Baires mostrara al inicio a través de tomas aéreas que recordaban a las imágenes que se exhiben en los aeropuertos. De allí en más, las fronteras del bien y el mal se debilitan como lugar de pertenencia para que la historia describa un submundo desconocido por el protagonista Mateo pero correspondiente y autorizado en los informes de televisión sobre el narcotráfico en una gran ciudad (en este caso, Buenos Aires), con un inocente metido en problemas, unos villanos obvios en sus caracterizaciones y un policía que se las sabe todas.
Como el año pasado ocurriera con Muerte en Buenos Aires y tiempo atrás con los policiales violentos y reaccionarios policiales de Juan Carlos Desanzo y Emilio Vieyra, Baires ancla en el género desde la superficie del tema, abocándose a contar una historia desde una ciudad con el suficiente peso dramático para convertirla en protagonista. En esa oscilación entre verismo televisivo y película de explotación con raíz genérica, el segundo film de Páez Cubells (Omisión) deja lugar a un acabado técnico nada discutible que no se compadece con un argumento obvio que requerirá de un giro dramático cerca del final que tampoco se destaca por su originalidad.
En todo caso, en el afiche de la película, se percibe más de una hipótesis sobre el conflicto y su vuelta de tuerca del último tramo. El amor será o no más fuerte para la historia que se narra en Baires pero, en ese sentido, el policial ad-hoc con sus correspondientes traiciones cobrará intensidad en el desenlace de la película. Todo ello dentro de propuesta menor, elocuente, demasiado pequeña .