Ausente

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Marco Berger se dio a conocer como director argentino hace apenas dos años con su opera prima “Plan B”. En “Ausente”, su segunda realización vuelve a reunir a un reparto de jóvenes intérpretes, algunos ya consagrados, para plantear una temática mezcla de géneros con buenos resultados.

En su primera parte la acción está centrada alrededor de Martín Blanco, un joven de dieciséis años que interpreta el debutante Javier De Pietro, en vida real algo mayor.

Durante una clase en una piscina, el joven le pide ayuda a Sebastián (Carlos Echevarría), su profesor de natación, diciéndole que se ha lastimado un ojo y éste lo acompaña a un hospital. Cuando regresan, el compañero de Martín en cuya casa se iba a quedar a dormir ya se ha retirado. El “profe” ofrece llevarlo a la casa de la abuela, que es donde normalmente vive, pero ésta tampoco está presente por lo que termina cobijándolo en la suya.

Lo que acontece de aquí en más no conviene revelarlo, siendo preferible que el propio espectador vaya descubriendo que hay detrás de esta serie de circunstancias, hay algo más que una situación fortuita.

Lo interesante es que todo está planteado a manera de un thriller o film de suspenso. Además en la segunda mitad del film la balanza se inclina hacia el segundo personaje masculino, quien sostiene una relación aparentemente estable con una bella joven, muy bien interpretada por Antonella Costa. Será ésta quien empiece a sospechar que no todo anda bien entre ambos y a no comprender la irrupción de Martín en la casa de su pareja.

Hay otros dos ámbitos donde las sospechas sobre algún tipo de vinculación entre ambos personajes masculinos empiezan a acumularse. Por un lado el colegio, particularmente entre colegas del profesor. Por el otro, una vecina del departamento donde éste vive e inclusive el portero del edificio.

El desenlace, ya centrado en la figura del profesor, reserva algunas sorpresas pero es coherente con el resto del relato.
A resaltar los excelentes climas logrados que curiosamente tienen alguna similitud con el último film de Kiarostami, que es posterior a “Ausente”. Y por sobre todo los actores con dos jóvenes “veteranos” como Antonella Costa y Carlos Echevarría que coincidieron en su primer protagónico: “Garage Olimpo”. Javier De Pietro compone acertadamente al perturbador adolescente, bien acompañado por Rocío Pavón (Analía) y Alejandro Barbero (Juan Pablo), sus compañeros de estudio y diversión