Atrevidas

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

La ópera prima de Matías Tapia y Carlos Piwowarsky, "Atrevidas", es una típica comedia de género, sencilla, de códigos abiertos, y muy divertida. Cuando hablamos de cine de género, es aquel que respeta una fórmula concebida para ser catalogada, valga la redundancia, dentro de un género específico.
No entra en los grises, ni ambigüedades."Atrevidas" es una comedia pura y directa, con una serie de elementos que recuerdan a algunas comedias clásicas del humor hollywoodense, pero trasladado a la idiosincrasia argentina y a los moldes del cine independiente local.
Podríamos decir que no tiene mayores pretensiones que las de entretener, sin que esto se entienda como algo negativo; al fin y al cabo, el objetivo principal del cine, y más de una comedia, es ese. En tiempos de sororidad y mujeres al frente, "Atrevidas" se posiciona también como un film de esencia femenina; con tres mujeres que interactúan entre ellas y no necesitan del hombre para depender.
Algo que la diferencia el estilo clásico de la comedia femenina hollywoodense, siempre más ligada a lo romántico condescendiente. Ana (Sofía Bertolotto) es acompañante terapéutica, vive en medio de un caos interno más o menos controlado. Es amiga de Dolo (Coral Cabaglio), una mujer un tanto más neurótica que ella, y precisamente, en medio de un ataque de nervios, acaba de descubrir que su novio la engañaba, y para colmos, la abandonó.
Desesperada, Dolo acude a la casa de Ana, sin saber que en verdad, ella es amante de ese novio que la acaba de dejar. Como si fuese poco, Dolo tiene intenciones de quedarse en casa de Ana para atravesar la crisis.
También está Roxi (Azúl Fernández), la hermana más chica y liberal de Ana, que irrumpe en su vida aportando aún más caos. Estas tres mujeres, de generaciones que van entre los 20 a los 40 años, aproximadamente, se juntan en la casa de Ana cuando sucede un episodio muy particular.
Beba (Mirta Wons) es esa vecina morosa y metida, que tiene intenciones de juntar firmas para echar a un vecino muy molesto, Rojas (el inefable Chucho Fernández), baterista, guarro, maleducado. Ana no quiere saber nada, pero por accidente, terminará cumpliendo el deseo de Beba de sacarse a Rojas de encima."Atrevidas" no destaca por lo original de su planteo, ni por las vueltas y pliegues de su guion; tampoco intenta serlo.
Es sencilla, concreta, directa, y perfectamente identificable.
Maneja un hilo histriónico constante, casi como si fuese la representación de un relato de stand up, y aún así, las mujeres de esta generación joven podrán sentirse identificadas con más de uno de los planteos que realizan estas tres mujeres que guardan secretos entre sí, y tratan de sobrevivir despegándose del hombre.
Si bien es la ópera prima de Tapia y Piwowarsky, ambos tienen mucha experiencia previa. Tapia como asistente de dirección y en un colectivo de películas que siempre mantienen este código de una estructura simple, y un cine de género directo, sin vueltas, independiente, y de llegada amplia. Entre los títulos encontramos "El peor día de mi vida", o "La señora Haidi".
Piwowarsky es uno de los productores más clásicos de los últimos veinte años. Estuvo detrás de películas de grandes como Santiago Carlos Oves, Edmund Valladares, Juan Carlos Desanzo, o Jorge Polaco.
De la unión de ambos, que también se encargan del guion junto a Malena Fainsod, surge un producto de un acabo sencillo pero muy correcto, que juega las líneas del histrionismo y la comedia negra, pero nunca desborda hacia algo sobrecargado o fatigoso.
El trío protagónico tiene mucha química, y sus personajes, están correctamente delineados, escapándole al cliché directo. Sobre todo , el personaje de Dolo corría el riesgo de ser un estereotipo; pero tanto desde el guion, como desde la actuación, se ve como una mujer en crisis creíble, y atípica en lo que uno podría pensar sería un personaje así.
Mirta Wons y Chucho Fernández acompañan perfectamente en los secundarios, ambos se divierten en roles muy distintos. A Wons le toca ser la mujer agria, estricta, uno imagina una chusma chupa sirios; y la actriz de Pendeja, payasa y gorda la hace sin exagerar, sin correrse de los límites. Fernández juega pasos de comedia propios. Es el plato fuerte del film.
Hace uso de su cuerpo, y de los pre conceptos que surgen de su imagen, para componer a este vecino insoportable. Hasta se anima a homenajear a "Fin de semana de locura" y salir triunfante.
Juan Tupac Soler también se encarga del secundario masculino en una película de corte femenino. Su policía Pedro es querible simpático, y ajustado a ese código de ser un hombre por debajo de las mujeres preponderantes.
"Atrevidas" no descubre la pólvora, juega a un juego conocido, y es mejor que muchas hollywoodenses de su especie como la conocida "Mujeres al ataque". La solvencia de sus realizadores, y la practicidad de su equipo interpretativo, logran el cometido de hacernos pasar un rato muy divertido.
De yapa, ponderar al otrora falsamente concebido sexo débil es un lujo que la ubica como un producto armoniosamente contemporáneo.