Asesinos con estilo

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Maten a Ashton, por favor

Asesinos con estilo se inscribe dentro del rubro comedia mezclada con acción, aderezada con romance al mejor estilo Mentiras verdaderas, pero no es ni la mitad de esa obra de James Cameron, básicamente por tratarse de una historia demasiado lineal, con personajes sin desarrollo y un cúmulo de buenas escenas de acción.

Pese al insoportable Ashton Kutcher, quien en este caso hace de una suerte de James Bond incomprendido (ni él se lo cree) y a la simpática Katherine Heigl en el típico rol de esposa ingenua que no sabe que su pareja lleva una doble vida, el film del director Robert Luketic (La cruda verdad) parece siempre estancado en la anécdota de la cacería humana en una trama que acumula la paranoia como disparador de las escenas de acción y de humor. En el terreno de la acción surge cada vez que aparece en escena algún asesino contratado para acabar con Kutcher y en el ámbito de la comedia a partir de la sospecha de cualquier persona que se acerque a la pareja.

La premisa es sencilla: Jen Kornfeldt (Heigl) acepta una invitación de sus padres (Tom Selleck y Catherine O''Hara) para recomponerse en la Costa azul de su reciente ruptura amorosa. Conoce a Spencer (Ashton Kutcher), un espía letal que le oculta su verdadera identidad y termina enamorándola. Tiempo después se casan y en coincidencia con la primera crisis matrimonial irrumpe -de la peor manera- el pasado de Spencer, que pone en riesgo la continuidad de la pareja, pues ambos ahora están en la mira de cuanto asesino a sueldo se le cruce.

Por momentos la comedia entretiene porque la pareja protagónica maneja el ritmo y se complementan sin esfuerzo en la pantalla, pero también es cierto que promediando la última mitad el film se cae y se desinfla.