Aquel martes después de Navidad

Crítica de Jose Luis De Lorenzo - A Sala Llena

Integrando la selección de Un Certain Regard llega un nuevo exponente del cine de moda actual, rumano, con méritos. Una senda que iniciaron La Noche del Sr.Lazarescu y Bucarest 12:08, mencionada en el largo.

Paul mantiene una tarde de sexo, al cabo de escasos minutos nos damos cuenta que Raluca no es más que su amante. El lleva diez años de casado, tiene una hija y conoce a su amante hace seis años, ya que es la odontóloga de su pequeña hija.

El amor, el sexo, las relaciones, las decisiones…

Paul es un hombre que actúa racionalmente sin importar las consecuencias, lo impulsa el deseo, no quiere herir ni pasar un minuto más de su vida fingiendo. Una eventualidad complica el panorama cuando Adriana (Mirela Oprisor), su esposa, acompaña al clan familiar a la clínica odontológica.

Es ejemplar ver la labor de Oprisor dentro del rol de mujer engañada, capta la atención como en Network lo fuera Beatrice Straight, da lugar a desarrollar una interpretación poderosa.