Anthropoid

Crítica de Daniel Castelo - Infonews

Seis millones de muertos dejó el régimen de terror y muerte que instauró Adolf Hitler en Europa y seis millones son el mínimo de historias que podrían contarse hasta la eternidad sobre aquellos años.

En el caso de Anthropoid (antropoide, que según la RAE es un animal “que se parece al ser humano en sus caracteres morfológicos externos”) la trama se centra en dos espías que son enviados a Praga con el fin de matar al general Reinhard Heydrich, quien dirigió esa ciudad checa con puño de hierro y llegó a ser conocido como “el carnicero de Praga”.

El director Sean Ellis, sin mayor curriculum en el tema (y por tema hablamos del Holocausto y del cine en general) sorprende con un trabajo prolijo y que milita en las bondades del in crescendo con una pericia para el aplauso.

El relato da inicio con la presentación de los dos personajes centrales (Cillian Murphy, Jamie Dornan) en un comienzo de misión que se complejiza y termina de la peor forma. Luego la narración ingresa en una meseta salpicada por el melodrama clásico de Hollywood, pese a tratarse de un opus filmado y producido en Europa.

¿Cuánto más podrá contar el cine sobre el nazismo sin desbarrancarse en los más fatales lugares comunes? No lo sabemos pero podemos sospecharlo. En cambio, Anthtopoid, ya desde el título (¿hay acaso una forma menos atractiva y comercial de bautizar una película para el gran público?) va por el lado de la buena narrativa, de la puesta dramática como medio para contar una historia sólida.

Ahí es donde dicen presentes las buenas performances del citado Murphy, Charlotte Le Bon y, desde ya, del enorme Toby Jones (Hunger Games, Wayward Pines) y también las elecciones de dirección y puesta.

Entre los puntos a favor de Anthropoid también se cuentan la banda de sonido (minimalista, concreta y ajustada) y una última media hora trepidante y perfecta en timing.

Sin poner el dedo en la llaga del dolor por la sangría humana que causó el III Reich ni más golpes bajos que algunos primeros planos filo-gore, podemos decir entonces sin mayor margen de error que estamos ante uno de los films más interesantes de 2016.