Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La imaginación de J.K. Rowling no tiene límites. “Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald” es la última prueba de ello. Y si bien es una película muy entretenida para todo el público, los giros narrativos y las referencias de franquicia del mundo “Harry Potter” la hacen un filme para seguidores. Ambientada como su predecesora en la década del 20’, en esta oportunidad la acción tiene lugar en las calles de París y Londres, donde el objetivo del oscuro Grindelwald (Johnny Depp) es reunir a sus discípulos y convertir a los que no piensen como él: los magos y los “muggles” no pueden convivir, la superioridad de los “sangre pura” es evidente. Es creíble el papel de Depp como el villano, aunque le falta bastante desarrollo. Distinto es el caso de Eddie Redmayne, quien se planta como un personaje de esos queridos y entrañables con su interpretación del tímido y dulce Newt Scamander. No es el nuevo Potter pero se acerca.
Esta vez las criaturas mágicas son periféricas pero acompañan de manera muy vistosa, gracias a los maravillosos efectos especiales. Los primeros minutos de la película son imperdibles. Podremos ver nuevos hechizos en escenas cargadas de misterio y oscuridad que hacen de este film una aventura entretenida y llena de suspenso. Además la llegada del carismático Jude Law en el papel del emblemático mago Albus Dumbledore deja abiertas muchas dudas que se irán resolviendo a lo largo de los próximos rodajes. Es imposible pasar por alto el guión de J. K. Rowling que logra crear nuevas aventuras sin aquellos libros que la respaldaban en la saga Harry Potter. Entrelaza y une constantemente la historia que ya conocemos, reviviendo viejos personajes y dando giros desconocidos. Esta segunda entrega, también dirigida por el británico David Yates, llegó para plantarse como otra saga. Hasta ahora sabemos que van a ser cinco películas y que la ultima se estrenará en 2024. Todavía queda mucho mundo mágico para descubrir y más secretos por develar. (Agustina Lertora)