Amor sobre ruedas

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

QUÉ HAY DEBAJO DEL PREJUICIO

Siempre existen las apariencias que engañan, esas buenas producciones que se esconden debajo de un póster, tráiler o sinopsis no tan atractiva. Lo fue en su momento la serie Mujeres desesperadas, que bajo un manto de banalidad mostraba dilemas y personajes complejos. Con Amor sobre ruedas pasa algo así. No es posible ocultar que tiene detalles un tanto embarazosos, pero es un film que logra momentos muy buenos. Y si esto se da es por tener como actriz protagónica a Alexandra Lamy.

Jocelyn (Franck Dubosc) es uno de los hombres más importantes de una empresa de productos para deportes. Este puesto lo lleva a mostrarse como el estereotipo de un hombre de poder. Pero no le sale muy bien, por suerte. Para mantener su propio ser se ve con la necesidad de realizar un juego: mentir. Son las fabulaciones las que lo mantienen entretenido, pero también las que le permiten salirse de su vida por un rato.

El modo de vida que mantiene Jocelyn, está condenado a la fluidez constante y el cambio porque no tiene manera de sostener en el tiempo las mentiras que lleva adelante. Es por eso que al conocer a Florence llega al ridículo con tal de poder mantener a la única mujer que lo enamoró.

La película se compone de una primera parte en la que por condescendencia al amor y por la buena utilización del humor uno, como espectador, deja pasar ciertas escenas un poco desprolijas. Pero en la segunda mitad todo toma más fuerza tras mostrar el poder que tiene Florence sobre las situaciones. Alexandra Lamy siempre logra personajes que enamoran, que provocan impacto por su carisma y naturalidad. Franck Dubosc la acompaña muy bien, mostrándose juntos como una pareja que cautiva.

Amor sobre ruedas realiza pequeños pasos antes de que esta pareja muestre señales de enamoramiento y es tras esto que ese desenlace se torna más fuerte. A través de ello, el personaje empieza a ser más llamativo. Florence es la que logra que Jocelyn acepte su vida y se deje ver. Sin embargo, ambos se complejizan a medida que el film avanza. En cuanto a los personajes secundarios, el amigo y la asistente de Jocelyn, tienen a su cargo escenas en las que se lucen por la buena utilización del humor. La combinación de los diferentes estilos, él muy serio y ella con poco filtro, generan una buena comicidad.