Amor de vinilo

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Hace tiempo que no aparecía una comedia romántica tan disfrutable como ésta. Claro, se dio la constelación ideal, intérpretes con química absoluta, una historia con la que cualquiera se puede identificar y una banda original que con sólo empezar a escucharse, agita los pies y piernas y despeja la mente.

Annie es una agradable chica inglesa que hace quince años vegeta con su novio Duncan, un muchacho como cualquier otro, pero que tiene como distintivo su admiración por un exitoso rockero de mediados de los "60 (Tucker Crowe), que súbitamente desapareció dejando ese tipo de admiradores que forman club y coleccionan todo lo que pasó por las manos del ídolo. Por supuesto, el rito incluye la adoración por vinilos incunables de esos que, como los primeros libros, se encadenaban a la biblioteca para siempre.
Así, Annie soporta una inusual condición: está en pareja con Duncan y con Tucker Crowe a la vez, como si fueran gemelos idénticos. Porque Duncan habla de él todo el tiempo, escucha su música y vive con ese ser que nadie ha vuelto a ver. Pero los fantasmas del rock siempre vuelven y "Amor de vinilo" los evoca con su mundo a cuestas, que arrastra sonidos de los Beatles, los Bee Gees y toda la moda que alguna vez envolvió adolescentes de entonces, veteranos de ahora.

CLASICOS ANTIHEROES
Fresca y espontánea en su contenido, la película de Jesse Peretz sabe mucho de música, de viejos éxitos, exitosos baladista y ""paranoias rockeras"". No por nada este director fue uno de los creadores de una popular banda de rock alternativo (The Lemmonheads) antes de incursionar por el mundo del cine. Y también estaba relacionado con la música el escritor Nick Hornby, autor de la novela "Juliet, desnuda", en que se inspira la película, el mismo de "Alta fidelidad", otra novela suya que interpretó John Cusack, también con derroche de vinilos.
Filme de planteos sencillos y adultos, y los clásicos antihéroes que se ganan el cariño de todos. Capaz de asegurarnos que lo imposible es posible y que los arrepentimientos pueden ser el inicio de otra gran oportunidad. Aun en esa ciudad costera tan lejana.
Comedia romántica impecable con dos actores que roban audiencia: Ethan Hawke, también él amante de la música, y una encantadora Rose Byrne, la actriz australiana de "Sunshine". Personaje sin vueltas, capaz de asumir errores con una sonrisa y apostar nuevamente a la felicidad.