Amenaza roja

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

La guerra es la gran excusa

Tropas de Corea del Norte invaden un espacio territorial norteamericano y se desata la Tercera Guerra Mundial. Entre la gente que huye hay un grupo de adolescentes, amantes de su patria, que deciden conformar una fuerza guerrillera de nombre mítico, los Wolverines.

Acorde a estos tiempos cinematográficos, se trata de una remake de "Amanecer rojo", una película de 1984, que dirigiera John Milius, sólo que en aquélla, el enemigo era el bloque del Este (Rusia y compañía) y uno de sus protagonistas era Charlie Sheen.

Entre los jóvenes que conforman el grupo armado están Jed Eckert (Chris Hemsworth) y Matt Eckert (Josh Peck), dos hermanos que no se llevan demasiado bien por problemas familiares. Uno de ellos, Jed, es un marine con licencia, que se encuentra de visita en la casa de su familia y será el líder que entrene el resto del grupo en el uso de las armas.

SEMBRAR EL CAOS
La intención como ellos dicen es "crear el caos", para "recuperar el hogar" y lo primero que intentan boicotear al enemigo es su sistema de comunicaciones, altamente codificado. El detonante mayor para la acción encabezada por los hermanos, es la muerte del padre a manos del capitán Cho (Will Yun Lee), cerebro del equipo enemigo
"Amanecer rojo" no aporta nada nuevo al género, banaliza la historia y trata de subrayar el componente juvenil a la manera de la exitosa "Los juegos del hambre".

Se trata de una película convencional, abundante en estereotipos, con buen ritmo y mucha acción bien dosificada (su director fue especialista en la coordinación de dobles de riesgo, en varios filmes norteamericanos). Exhibe un buen diseño de producción y tiene un correcto protagonista, el australiano Chris Hemsworth, junto a un grupo de actores jóvenes, que incluye a Connor (Daryl Jenkins), hijo de Tom Cruise y Josh Peck (Matt Eckert), nieto del mítico Gregory Peck. Junto a ellos se destacan lindas chicas como Adrianne Palicki (Toni Walsh) e Isabel Lucas (Erica Martin).