Alicia en el país de las maravillas

Crítica de Bernabé Quiroga - CiNerd

AVENTURA Y LOCURA EN WONDERLAND

Originalidad, fantasía, belleza visual y locura. Cuando dos potencias cargadas de estas cuatro cosas chocan, el resultado no podía ser otro: ALICE IN WONDERLAND (2010) es la nueva película del director Tim Burton (BATMAN, EL GRAN PEZ, CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE) basada en los personajes creados por escritor Lewis Carroll. Y cuando uno piensa en estas potencias unidas en un film, imagina una aventura nunca antes vista y de una belleza incomparable, llena de locuras, muchos personajes y una historia muy entretenida. Lo bueno es que Burton logra cumplir todo eso. Lo malo es que lo hace en sólo una hora y cuarenta minutos, nada más. De esta forma, aunque tenemos una película muy divertida, filmada maravillosamente y con destacadas interpretaciones, lo tenemos por un corto periodo de tiempo. Esto implica que el guión no se da el lujo de centrarse en un solo hecho a la vez (o tal vez si lo hace, pero solo por unos minutos) sin pasar a la escena siguiente, provocando que la historia se desarrolle demasiado rápido, desaprovechando algunos momentos y personajes (como La Reina Blanca de Anne Hathaway y El Conejo Blanco con la voz de Michael Sheen), y concluyendo con un final que deja gusto a poco.

Más allá de eso, el film logra cautivar con una bella fotografía acentuada por el manejo de colores, grandiosos efectos especiales y tecnología 3D, y vestuarios, diseños y maquillajes que congenian a la perfección, volviendo real el maravilloso mundo de Carroll. Acierta también con un elenco en el que se destacan las interpretaciones de un insuperable Johnny Depp (El Sombrerero Loco), de una hilarante Helena Boham Carter (La Reina Roja) y de Crispin Glover (Stayne), quienes hacen de los mejores personajes del film junto al Gato Sonriente (Stephen Fry) y Absolem (Alan Rickman). Por otra parte, Mia Wasikowska logra bancarse el papel protagónico a pesar de estar rodeada de puras pantallas verdes y de talentosos co-estelares.

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (2010) resulta ser una aventura muy entretenida, imaginativa, inteligente y original. Esto último se debe a que no es la típica nueva versión del cásico libro de Carroll, sino una arriesgada continuación. Con esta premisa, Burton logra su cometido y demuestra que tomó la decisión correcta ya que, con un simple remake no podría haberse dado el lujo de darle a la historia un toque más oscuro, violento y épico ¿Se imaginan a una pequeña Alicia combatiendo en armadura y espada contra el Jabberwocky? ¿O un País de las Maravillas en guerra? ¿O al Sombrerero Loco de Disney junto a un verdugo, a punto de perder su cabeza? Y aunque el tradicional estilo de Burton no está muy acentuado, si hay momentos de genialidad única que solo él puede lograr y que resultan lo mejor de la película (El comienzo del film en el mundo real, los “prostéticos” seguidores de la Reina Roja, los toques de humor y todo lo que es, hace o dice El Sombrerero Loco), pero lamentablemente la magnitud de la película llega a opacarlo.

En conclusión, ALICE IN WONDERLAND (2010) no sorprende tanto. Era todo lo que esperábamos de Burton, sin embargo no logró superarse a sí mismo y no es su mejor película. Pero a no confundirse: El film entretiene mucho, impacta y logra satisfacer. Eso sí, antes de ir a verlo recuerden que es la suma de dos potencias creadoras, por separado, de un joven con manos de tijera y de una oruga fumadora. Así que hay que tener la mente abierta (en especial cuando El Sombrerero Loco empieza a bailar el Futter-wacken) y ser concientes de que es, en mayor medida, una película para chicos, con enseñanzas y temas como la aceptación y los sueños, típicos de Disney. Ya saben, al cruzar las puertas del cine dejen toda lógica en la entrada y prepárarense para creer que cosas inconcebibles pueden ser tan reales como maravillosas. Sólo así, quizás, puedan descifrar en qué se parece un cuervo a un escritorio.