Algo Fayó

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Fascinante acercamiento a la enigmática figura de Pablo Fayó, el genio de la historieta que desapareció del mapa.

Pablo Fayó fue una de las apariciones más rutilantes del comic argentino post-dictadura. Sus primeras viñetas, publicadas en la revista Fierro hace más de tres décdas, rompieron con el molde de lo hasta entonces establecido, y muchos calificaron al autor de promesa. Pero unos años después, cuando todo marchaba hacia una consagración segura, el historietista dejó los lápices para dedicarse a la música. ¿Qué pasó? ¿Por qué?

El documental de Santiago García Isler intenta dilucidar respuestas acompañando a Pablo en una cotidianeidad que lo encuentra cantando tango en bares, administrando el alquiler de las habitaciones de su PH, y en diversas charlas con los colegas más reputados de la Argentina que rememoran anécdotas y ensayan sus teorías sobre qué hay detrás del misterioso alejamiento de Fayó.

Pablo luce cansado, cubierto por un manto de silencio que tapa sus zonas más oscuras y que ni siquiera la insistencia de su amigo García Isler logra correr. No obstante, a medida que avanza el metraje, este film por momentos caótico y desprolijo –igual que su protagonista– devela parte de la esencia bohemia y frágil del hombre detrás de las viñetas.

Mucho más que una película “sólo para fanáticos”, Algo Fayó se interesa menos por el cómic en sí que en los procesos internos -y, por lo tanto, impredecibles y casi siempre inexplicables- detrás de ese misterio llamado creación.