Actividad paranormal 0: El Origen

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Creer o reventar (de aburrimiento)

La versión nipona de Actividad Paranormal, aquí titulada Actividad Paranormal 0: El Origen (Paranormal Activity 2: Tokyo Night, 2010), no agrega nada nuevo a la franquicia. De hecho desconcierta con un título argentino de precuela y un original de secuela.

La historia es otra excusa para encerrar en una casa a dos personas y filmarlas con una camarita por la cual “pasan” cosas. Haruka llega a su casa desde San Diego, luego de sufrir un accidente automovilístico que la dejó con ambas piernas enyesadas. Sin poder moverse, queda al cuidado de su hermano hasta que su padre regrese de un viaje de negocios. En esas noches con la casa solitaria, recibirán la presencia de extraños acontecimientos.

Los norteamericanos han tomado ideas de películas de terror de los japoneses en varias ocasiones. Tal es el caso de La llamada (The Ring, 2002) o El grito (The Grudge, 2004). Esta vez se invirtió la situación y son los orientales quienes toman una idea yankie para hacer su película al respecto. Sin embargo, no es una remake, sino otra historia con apariciones paranormales en una casa.

El resultado es una película tan mediocre como las norteamericanas, donde todo el “miedo” reposa en la creencia del espectador. Es decir, quien crea en estos fenómenos se asusta, el resto no.

Alguna gente siente mayor temor a lo desconocido cuando se trata de una japonesa de pelo largo y negro que semi cubre su rostro de chica buena desquiciada. Quizás sea el único condimento que aporte Actividad Paranormal 0: El Origen a la saga.