A vuelo de pajarito

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

A vuelo de pajarito que se estrena en MALBA este viernes empieza exactamente con eso: con un vuelo: el del dirigible Graf Zeppelin pasando por el cielo de Buenos Aires en 1934. La primera noticia periodística de la que tuvo noticia en su vida Rogelio García Lupo, apenas con 3 años.

El acierto de ese comienzo, literal a la vez que metafórico, tiene que ver con dos cosas: el literal con la noticia como género a la que la vida de Garcia Lupo va a estar abocada; el otro, menos evidente tendrá que ver con el vuelo del pájaro. “Pajarito” es el apodo con el que es conocido este periodista, testigo de buena parte del siglo XX en Argentina, apodo que sirve como base para armar una estructura documental sagaz a la vez que tierna. Al fin y al cabo es una pelicula que hace un hijo de su propio padre. Sin embargo, el vínculo nunca deja dudas sobre la información objetiva que se verá ni muestra signos de voluntad panegírica. En ese caso, Santiago García Isler acierta en una segunda oportunidad al poner acento en un aspecto de la vida crepuscular de García Lupo: decidir sobre el futuro de su archivo: cajas de recortes, cartas, apuntes, que buscan nuevo destino, para nuevos investigadores. Las dos voces en primer persona: la del hijo y la del padre, que no son otras que el realizador y el protagonista.

Llamado a todo lo largo del film, Rogelio, a secas, he aquí el cofundador de la agencia cubana Prensa Latina, del semanario de la CGT de los Argentinos, director durante el gobierno de Cámpora de la Editorial EUDEBA que aparece como el periodista de investigación, el historiador, el intelectual, el editor, el publicista, manifiesto anti google y anti tecnología.

Dimensión personal (el del miedo al ridículo y a las enfermedades, el que no usa cajero automático y el que desconfía de la información que cirucla por internet) acompañada tambien por la histórica: y que describe las primeras ideas políticas, hasta la caída de Perón, la participación desde la investigación del caso Satanowsky junto con Rodolfo Walsh, y la Revolución Cubana y más, todo estructurado con separadores con animaciones muy divertidas o planos de pequeños pájaros junto con frases que sintetizan el capitulo que se verá a continuación la descripción del asesinato de Satanowsky, nada más ni nada menos, por ejemplo

También es un documental metodológico, estimulante, humorístico y creativo que sienta sus lineas principales en las bases de una investigación, como aquella que intenta reconstruir de manera juguetona el azaroso encuentro de una mafia china traficante de pasaportes chinos en Argentina.