50/50

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

Solo cuando me rio

Adam Lerner (Joseph Gordon-Levitt quien cada vez apuesta a roles más interesantes a partir de "(500) días con ella" o "El origen") tiene 25 años y una vida tranquila: un trabajo que le gusta, una novia que ama, amigos y hasta una familia de origen completamente disfuncional con una madre antológica y un padre que ha perdido conexión con el mundo hace ya un tiempo.

El golpe de timón de la historia será cuando a Adam le diagnostiquen un tipo de cáncer muy raro, sobre todo considerando que es muy joven y que lleva un estilo de vida saludable.
Asi todo, por más inconcebible que fuese la noticia, el cáncer se hace presente y a partir de ese momento, Adam deberá sobrellevar un tratamiento de quimioterapia sustentado por un seguimiento terapéutico y con ayuda de su terapeuta, empezar a internalizar que esta enfermedad ya forma parte de su vida...

Basado en un hecho real, el director Jonathan Levine (primer título de este director que se conoce en las pantallas argentinas) construye una comedia dramática con un estructura típica, pero excelentemente bien resuelta: logra sostener el hilo dramático de la historia sin caer en ningún momento en golpes bajos y se esmera ayudado por el guión, en tratar de esquivar todos los lugares comunes que un film de este tipo podría presuponer.

Gran parte del mérito, es además, la inteligente construcción del guión de Will Reiser nutrido de diálogos reales, sin impostaciones estridencias y con una galería de personajes secundarios que nutren la historia de una manera armónica y bien sintonizada al no perder de vista, el eje de la historia en manos de su protagonista.
Este guión ya ha sido ganador del mejor guión original en el National Board of Review y en el Washington Film Critics Awards y está nominado en el Independent Spirit Awards y el Critics Choice Awards.

Levine ha logrado rodearse de un elenco de primer nivel, construyendo con cada uno de sus actores, un personaje que fue modelando a su medida. Una vez más Joseph Gordon-Levitt demuestra que puede tener el peso de la película en sus espaldas y logra transmitir todas las contradicciones de un jóven que cree tenerlo todo y que tiene que atravesar un proceso de aceptación de una enfermedad dificil, codearse con la muerte en las charlas con sus compañeros de tratamiento (un buen complemento a cargo de Philip Baker Hall y Andrew Airlie), comunicárselo a sus amigos y a su familia, y ver como toda su red de relaciones va modificándose con la noticia tan inesperada como impactante.

En el papel de su amigo, compinche y "confesor", despunta las líneas más divertidas e ingeniosas del guión, un Seth Rogen que ha encontrado un espacio en la "nueva" comedia americana -como lo ha hecho en las producciones de Judd Apatow en las que ha participado ("Ligeramente Embarazada" "Super Cool")- o también prestando su voz para producciones animadas como las taquilleras "Kung Fu Panda" "Monster vs. Aliens" y "Shrek Tercero" y la super recomendable: "Paul".

Bryce Dallas Howard como la novia de Adam, tendrá que atravesar junto con él, este proceso de incluir la enfermedad en sus vidas (que a cada uno lo irá llevando por caminos diferentes dentro del proceso) y Anna Kendrick (quien ya había brillado en "Amor sin Escalas" junto a George Clooney) como una psicóloga jovencísima, recién recibida, que deberá ayudar a Adam para sobreponerse a la noticia; son las dos presencias femeninas que acompañan al protagonista.

Y sin lugar a dudas, la crispada intervención de una Anjelica Huston sobresaliente en el papel de la madre de Adam, robando la pantalla en cada uno de los momentos que aparece es la cereza de la torta. Huston la dota de una enorme, que va del amor desmedido al desinterés, del egocentrismo a la necesidad de demostrarle todo su afecto, sufre y a la vez niega la dimensión del problema. Ella es uno de los grandes motivos, entre otros tantos, para no perderse esta comedia agridulce que se constituye en una perlita dentro de lo que el alícaído panorama de la cartelera actual viene ofreciendo.

Con muchos puntos en común con otra deliciosa comedia agridulce como "It's a kind of funny story" (Ver reseña) "50/50" logra plantear una historia conmovedora, sin perder el buen humor y haciendo gala de un guión que pone la inteligencia de los diálogos al servicio del espectador.