127 horas

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Adrenalina boyleana

Para los que no saben, esta película está basada en un hecho real, que salió en todos los noticieros mundiales en el 2003, en el que un montañista llamado Aron Ralston, quedó atrapado durante casi 5 días en un cañón en Utah (USA), y es todo lo específico que voy a contar para no spoilear el film a los que todavía no lo han visto.
La producción está dirigida por Danny Boyle, responsable de la ganadora del Oscar Slumdog Millionaire, The Beach y la gran Trainspotting. Desde que comienza la película se hace evidente que es obra de Boyle, ya que despliega un tornado de trucos de edición y juego de cámaras, escenas frenéticas de gran ritmo y una banda sonora de vanguardia que son sello característico del director inglés. Como buen profesional, ha evolucionado en su estructura de filmación, y en esta entrega nos ofrece las mejores características de sus más famosas producciones, que junto a la grandísima actuación de James Franco, convierten a este film en 94 minutos de entretenimiento vertiginoso, y por eso también le doy las gracias al señor Boyle, al que no le hizo falta 130 minutos como a otros exagerados que pretenden que el espectador eche raíz en la butaca. Franco se apodera del personaje entregando una excelente interpretación y entretiene (el solo) a la audiencia con su evolución de montañista profesional a ser humano desesperado. Es más valioso aún el trabajo realizado si se tiene en cuenta que es una historia conocida por la mayoría de las personas que habitan este planeta, y que como tal, conocemos bastante en detalle que sucedió y como terminó la travesía de Ralston, elemento que podría perjudicar la película ya que le quita el factor sorpresa, pero por suerte, o mejor dicho, por pericia, esto no sucede.
Veremos como le va con su estreno en nuestro país, pero es sin duda, entretenimiento de alta calidad. Confieso que estaba bastante escéptico acerca del film, pero me le animé y no me arrepiento en absoluto. Escenarios increíbles, un ritmo turbulento que mantiene atento al espectador, buena actuación, música muy copada y hasta una escena que le puede hacer taparse los ojos del horror hasta al más áspero de la sala de cine.
¡Definitivamente una recomendable!