127 horas

Crítica de Daniel Castelo - ZonaFreak

Podríamos preguntarnos qué es lo que hace en los Oscars este film tan correcto desde lo fílmico como excesivo en extensión y nominaciones a premios que le quedan un poco grandes. Pero lo importante, en este marco, es que Danny Boyle lo hizo de nuevo, volvió al ruedo con un trabajo que en comparación con su megaéxito Slumdog Millonaire (Oscar a Mejor Película, entre otros) es pequeño en factura, minimalista, acotado.
127 horas narra el vía crucis sin cruz de Aron Rarlston, aventurero nato y escalador de montaña entre otros hobbies y aficiones que un día, en plena recorrida, queda atrapado entre piedras que lo atascan al punto de pasar allí el transcurso de tiempo al que hace referencia el título.
El director de Trainspotting logra durante hora y media de relato sostener la tensión de una anécdota trágica protagonizada por un muy efectivo James Franco, ágil en su entrega física y emocional al personaje, lo que lo transforma en una acertada elección para darle vida al drama vivido por el Rarlston real, a quien, y a modo de coda, de bonus track, vemos junto a los títulos de cierre, quizá con la intención de reforzar la ligazón con la historia, con el personaje y, porqué no, con la mira puesta en miles de votantes que definen quién se hará acreedor a la estatuilla dorada.
Lo dicho más arriba; el film, correcto y gentil en su narración, sería aún mejor con cuatro o cinco minutos menos, sobre todo a la hora de describir la situación gore cerca del final, con una descripción detallada de la decisión límite que toma nuestro héroe, tan quirúrgica que parece solo destinada a asustar señoras. Al mismo tiempo, el paquete para regalo que Boyle presenta en términos de edición y puesta de cámaras es impecable, todo un ejercicio de estilización visual, lo cual hace que el drama nos salude con simpatía y fluidez pop(ular).
Ah, ¿los porqué de tanta nominación (Película, Guión Adaptado, Actor Principal, Montaje, Música Original, Canción Original)? Reglas de una industria que parece haber encontrado en Danny Boyle un candidato siempre listo. O quizá sea otra cosa, claro.