Por fin estos pingüinos de aire mafioso tiene su propia película, aunque en el camino hayan perdido esa cualidad y se transformen en una banda de amigos incondicionales que pueden enfrentar al mundo, al pulpo malo y hasta una organización de héroes supertecnológicos sólo con la voluntad de lograr sus fines. Delirio, despliegue tecnológico y diversión constante
Un film fallido, con un argumento que ubica al protagonista en la época de los corralitos financieros y donde vale el que se salva porque roba a un ladrón. Una historia elemental para un robo supuestamente perfecto y un final increíble. Déjela pasar
Es una ficción pero ambientada en el final de la guerra, cuando los alemanes aún no se rinden y los aliados aún no vencieron. En esa difusa etapa en que el enfrentamiento hombre a hombre puede alcanzar la crueldad, el verismo casi repugnante que antecede al final. Sin héroes, mostrando lo que un enfrentamiento bélico hace a los hombres, con un novato que debe endurecerse en pocas horas. No es una de guerra típica, aunque por momentos lo parezca.
Para Navidad se estrenó “Apuestas perversas”, que se parece bastante a esta película. Aquí, el juego de la humillación y la perversidad es anónimo. Una empresa que vigila a los vulnerables y necesitados y que a cambio de mucho dinero le exige cumplir con tareas cada vez más engorrosas, hasta la degradación total. Entretiene, claro, pero...
Si le gustan las historias de brujas, con monstruos, buenos efectos especiales, acertijos, batallas y con el plus de actores como Julianne Moore y Jeff Bridges, ésta puede ser su película. Entretenida, pochoclera y con un despliegue visual de primer orden.
La clásica historia de amor que se basa en dos amigos que no se dan cuenta que son, desde la adolescencia, el uno para el otro y viven la ficción de ser buenos amigos. En este caso, con el encanto de Lily Collins, que tiene sus seguidores. Suma de errores, algunos parecen definitivos y un happy end para almas románticas y adolescentes
Una de las películas que más suena para las nominaciones de los Oscar. Su director, Bennet Miller (“Capote”), fue distinguido en Cannes. Se basa en un hecho real, la trágica relación del millonario Dupont con los luchadores ganadores del oro olímpico y hermanos Mark y David Schultz. Para el retrato del hombre que piensa que todo lo puede comprar, una patética criatura, que remeda la vida. Steve Carrell, con maquillaje y postizos, logra una creación, aunque el mejor es Mark Ruffalo, y también se luce. El film es oscuro, seco, que exige entrega del espectador, que no le facilita el camino.
Una profunda película japonesa que toca un tema, que no es nuevo, de manera diferente y original. Un ejecutivo exitoso, no demasiado contento con la sensibilidad de su hijo de seis años, recibe la noticia más inesperada: hubo un cambio de bebés en el lugar donde nació. A partir de ahí debe conocer a la familia que tiene a su hijo biológico y conectarse con un mundo que desprecia, asumir culpas, ofender y aprender duramente. Muy bien actuada, con un niño encantador.
El propio Ben Stiller anunció que esta tercera de la saga es la última, al menos para él. Y si bien tiene todos los ingredientes de humor y efectos especiales que la transformarán en un éxito seguro, también tiene su cuota de melancolía dentro del libro, con la magia que se va del museo y de la vida de su cuidador y las dedicatorias a los desaparecidos Mickey Rooney y Robin Williams. Igual, una vuelta de tuerca permite un final a toda orquesta.
Los directores de esta película fueron dobles de riesgo, saben mucho de acción, igual que Keanu Reeves. El resultado es un plato fuerte para los que aman la acción sin respiro y a un héroe que es capaz de cargarse a un verdadero ejército de la mafia rusa que siempre cumple sus objetivos, casi con la estética de un héroe de cómic. No mucho más se encuentra en el film, donde John Wick, el protagonista, regresa para arrasar con todo lo que se interponga en su venganza. Adrenalina y tiros hasta el hartazgo.