Una comedia absurda, con una estética cuidadísima, grandes actores y una historia entre naif e imposible que desnuda soledades, traiciones y necesidades de afecto. Jugada y redonda. Vale la pena no perdérsela.
Policial sangriento, en el que dos hermanos de relación conflictiva y traicionera tienen que deshacerse de un cadáver. Por momentos, de buena tensión. Otras veces, ridícula. No falta el humor negro. Un buen intento.
La ópera prima y la primera de una trilogía de Gladys Lizarazu, en la que además de estar a cargo del guion, actúa. Dos personas que comienzan una vida juntos y el afuera les resulta extraño y cercano, con intrigas, humor, variaciones, a veces muy logradas y otras, más obvias. Cine joven con empuje.
París, escenario de tantos enamorados, pero esta vez con protagonistas adultos mayores que viven un fin de semana en París para salvar una unión que se hunde. Grandes actores: Jim Broadbent y Lindsay Duncan. Dirige Roger Michell, el de “Notting Hill”.
La segunda guerra mundial, la ocupación nazi en un pueblo francés y la vida de nobles y campesinos bajo el terror y las injusticias. En ese clima aún puede nacer un amor prohibido, aún queda espacio para heroísmos y canalladas. Con grandes trabajos de Michelle Williams y Kristin Scott Thomas.
Produccion de J.J. Abrams y el debut en guion y dirección de Maya Forbes, con mucho de autobiográfico. Un hombre bipolar que queda a cargo de sus hijas mientras su esposa estudia y luego trabaja lejos. El soporte para un trabajo enorme de Mark Ruffalo, conmovedor, siempre exacto, lleno de matices, como la historia, en la que padre e hijas crecen juntos. Véala.
Los pilotos, en este caso en Las Vegas, que manejan los drones que matan gente en Afganistán y alrededores con una precisión implacable y una lejanía que genera terribles conflictos emocionales. Se sienten burócratas que matan gente sin reglas ni moral. Ethan Hawke se luce mostrando la destrucción de ese hombre que se siente un cobarde. Con un final para discutir, vale.
´M. Night Shyamalan vuelve al buen camino, del suspenso sostenido sin trucos. Hay miedito sin fantasmas, sin demonios, pero con unos abuelos siniestros que reciben por primera vez a sus nietos. El entretenimiento se sostiene.
Gustavo Postiglione, se basa en una obra de teatro propia y se mete en un film policial con traiciones, mafiosos (genial Norman Briski) y dos hermanos unidos por la locura, la muerte y la traición.
Fernando Salem es el director de este film delicado que tomó el título de la enciclopedia que intenta vender la protagonista mientras en el camino descubre que puede reencontrarse con su madre. Delicada, de buenos climas, pocos diálogos.