Yo soy Tonya

Crítica de Alexis Puig - Infobae

Patinadas de la vida

Esta comedia dramática retrata la vida de la patinadora sobre hielo más prometedora de los Estados Unidos y su enfermiza relación con su madre y esposo

A principio de los noventa Tonya Harding (Margot Robbie) era una gran patinadora artística estadounidense, la segunda en la historia capaz de completar en competición un salto de triple axel. Tenía todo el talento para triunfar y ser una estrella, pero también debía lidiar con su falta de disciplina, con un marido golpeador y una madre castradora. En ese ámbito, Harding se vio involucrada en un escándalo policial cuando fue acusada de enviar a matones a golpear a su competidora más directa Nancy Kerrigan.

Este biopic escrito por Steven Rogers y dirigido por Craig Gillespie, apela al más corrosivo humor negro para retratar la tragedia personal de una joven deportista.

Margot Robbie ya ha demostrado que es más que una cara bonita, pero su transformación en Tonya, resulta cautivante. La actriz no solo logra cambiar su físico y moverse en la pista de hielo como una profesional del deporte, sino que además presenta diferentes registros de acuerdo al momento que le toca vivir a su personaje, pasando de la emoción a la desilusión, de ser una villana a una pobre niña en busca de un imposible "sueño americano".

Y si lo de Robbie es para el aplauso, la performance de Allison Janney como la mamá de Tonya es sencillamente para la ovación. Una villana de antología, que en su maldad casi de caricatura, termina resultando amargamente simpática.

Gillespie le da un tono retro a su realización, con una gran banda de sonido acompañando las secuencias y segmentos tragicómicos en los que los personajes rompen la cuarta pared. A la vez elige para relatar la trama, una serie de falsas entrevistas a los protagonistas, como para que el espectador tenga en claro que todo lo narrado está basado en hechos de la realidad.

Cine independiente en espíritu y cuerpo, Yo soy Tonya luce sórdida y telúrica, es sin dudas una de las grandes películas de esta temporada, un ejercicio fílmico que no tiene en todo su metraje ni una sola "patinada" en falso.