X-men: Primera Generación

Crítica de Nazareno Brega - Terra Argentina

A la hora de exprimir al máximo el jugo que dan las sagas, las precuelas suelen ser esas últimas migas que recoge Hollywood para llenarse la panza. O al menos las anteúltimas, justo antes de los cruces con otras sagas. Y esto no corre sólo para Hollywood porque X-Men: Primera Generación está basada en un negocio que ya explotó Marvel en las historietas. Matthew Vaughn, director de las flojas Stardust y Kick-Ass, da un paso al frente al narrar cómo se desarrolló el poder de los jóvenes Xavier y Magnetto durante la guerra fría. Más allá de algunas suceptibilidades heridas a la hora de relacionar a los nazis con nuestro país, X-Men: Primera generación es al mismo tiempo seria y aventurera y, todavía más importante, consigue que se pasen rápido sus más de dos horas de duración.