Winnie the pooh

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

EN BUSCA DE UN POCO DE MIEL

No existe manera de poder dejar de lado dos características que aparecen mientras se está viendo esta propuesta de Disney: por un lado la hermosa animación tradicional con la que se decidió llevar adelante el relato, y por otro la ternura, que aparece desde la primera toma y que está presente siempre en los poco más de sesenta minutos de duración. Sin duda alguna, una película que atrapará a los más chicos, pero que principalmente satisfacerá y despejará a los más grandes.
Pooh está triste porque no puede conseguir miel para comer. Luego de intentar buscar fallidamente un poco del producto de las abejas, se cruza con Igor, el burro, quien parece estar más cabizbajo que él por la pérdida de su cola. Junto a todos sus amigos y a Christopher Robin, el osito va a tratar de encontrarle una cola sustituta que pueda reemplazar la perdida, para así ayudar a su compañero y tratar de verlo un poco más feliz.
Algunos de los grandes fuertes de la productora Walt Disney son: la creatividad y, en especial, la calidad de la animación cada vez que se decide recurrir a la técnica tradicional (dibujo a mano) para llevar adelante las ideas. Aquí se la vuelve a utilizar y el resultado es más que satisfactorio. El trazo (se nota muy bien en las manchas de Tiger); los colores; los suaves movimientos de los personajes y los objetos; los cambios visuales; y los fondos en acuarelas, son verdaderamente hermosos e invitan al espectador a contemplar un estilo que es algo raro de ver hoy en día en cine, pero que para nada está perdido.
Todos los aspectos visuales de esta propuesta van de la mano de la temática y el ritmo que caracteriza a cada una de las producciones que tienen como protagonista al osito Pooh, dándole prioridad a la inocencia, a la enseñanza y a la diversión, mezclando temas musicales originales con movimientos divertidos y, particularmente aquí, jugando con letras y palabras que se van colando en cinta y que forman parte de la historia narrada. Todo es muy calmo, todo es muy tierno, el villano es amenazador para los personajes, pero tranquilo y conciliador una vez que aparece, se despliega amor y una melancolía que no es tediosa ni para nada repetitiva. El trabajo de dirección y de guión logró crear un relato con varios matices y que siempre propone una sorpresa a venir en su corta duración.
Se mantiene la identidad de cada uno de los personajes originales, no hay personajes nuevos, salvo por el villano, por lo que no se pierde el tiempo en introducciones ni en planteos paralelos de personalidad, y se desarrolla una historia que brilla por su sencillez y por su calmo ritmo.
El trabajo actoral también es muy bueno. Las voces de Jim Cummings (Pooh y Tiger), Tom Kenny (Conejo), Craig Ferguson (Búho), Travis Oates (Piglet), Bud Luckey (Igor) y Huell Howser (el Ponto) se destacan en cada una de las escenas en las que su personaje aparece.
"Winnie the Pooh" es una cinta que encantará a los más pequeños, por sus colores, su ritmo lento, su inocencia, su identificación y por ser fiel a los personajes y sus historias. Una película con buenas canciones, un mensaje sobre la amistad que vale la pena escuchar y un remate, con un tema cantado por Zooey Deschanel (la protagonista de "500 Days of Summer") muy bello. Una apuesta a la animación tradicional que demuestra que, si bien la tecnología avanza y el CGI es casi inseparable de las bombas de Hollywood, tener la oportunidad de ver una buena propuesta dibujada como en los viejos tiempos es mucho más gratificante que ver varias de las cintas que se estrenan anualmente. Muy recomendada para los más chicos.

UNA ESCENA A DESTACAR: el ponto.
UN DATO: quedense mirando los títulos finales, son muy divertidos y tienen una sorpresa final que remata muy bien la historia.