Wakolda

Crítica de Agustín Neifert - La Nueva Provincia

Proyecto ambicioso con una mezcla de géneros

Wakolda es el nombre de una muñeca de Lilith, la hija de Enzo y Eva. En el inicio del filme, el matrimonio y sus tres hijos viajan rumbo a Bariloche para reabrir la hostería que los padres de Eva, de origen alemán, tenían a orillas del lago Nahuel Huapi y estaba cerrada desde su muerte.
En el trayecto los viajeros se topan con un extranjero que dice llamarse Helmuth Gregor y les solicita sumarse a ellos con su automóvil, porque su destino también es la ciudad de los lagos. A Gregor le atrae la figura de Lilith, quien tiene doce años y un cuerpo de ocho por ciertas deficiencias de crecimiento.
Ignorando la verdadera identidad de Gregor, Enzo y Eva, quien está nuevamente embarazada, aceptan que sea el primer huésped de la hostería. Y paga seis meses por adelantado, por razones que se conocerán más adelante.
Gregor se presenta como médico y se ofrece tratar a Lilith, porque dice poseer medicamentos que le permitirían acelerar su crecimiento. A esa altura del relato ya existe cierta fascinación de Gregor por Lilith y de ella por él, que también alcanza a Eva.
La historia se desarrolla en 1960, en coincidencia con el secuestro de Adolf Eichmann, que conmueve a muchos nazis refugiados en el país. También a Helmuth Gregor, porque detrás de ese nombre se esconde el criminal Joseph Mengele, conocido como el "Angel de la Muerte".
Mengele ingresó al país el 28 de agosto de 1949, ligero de equipaje, pero con un maletín del que no se desprendía nunca. Y vivió en Buenos Aires y en la zona norte del Gran Buenos Aires hasta 1959, cuando desapareció y se sospecha que se radicó durante algunos meses en Bariloche.
En la película, la relación de Gregor con Enzo, Eva y Lilith posee en los tres casos un doble objetivo. Con Enzo, para poder permanecer en la hostería y así mantenerse cerca de su hija y su esposa. Además le atraía su profesión de reparador de muñecas, que fueron una de las obsesiones de Mengele, a tal extremo que en Buenos Aires fundó una fábrica de juguetes.
Lilith le permitía desarrollar sus experimentos genéticos y alimentar su malsano "lolitismo". Pero su verdadero objetivo es Eva, desde que toma conocimiento de su embarazo de gemelos. Porque la naturaleza de la gemelidad fue otra obsesión de Mengele. En Alemania la manipulación genética fue uno de los sueños del Tercer Reich.
La directora adaptó su propia novela Wakolda. Y aunque eliminó algunos segmentos, conservó subhistorias que tienen un desarrollo esquemático o insuficiente.
Por caso la de los chicos que esconden documentación nazi; la fábrica de muñecas, que deviene en metáfora demasiado forzada; y la complicidad de la comunidad alemana con jerarcas nazis que se refugiaron en el país en la posguerra.
Wakolda es una película ambiciosa y una deliberada mezcla de géneros. Posee una correcta factura técnica, y buenas actuaciones, en especial del catalán Alex Brendemühl, Natalia Oreiro y la niña Florencia Bado.
Sus mayores defectos son algunas inconsistencias argumentales y de montaje, su afán de abarcar demasiado.
Lo mismo ocurre con el suspenso que debía ser uno de los motores del filme, ya que nunca alcanza la intensidad que cabía esperar y que la propia película promete desde su inicio.