Votos de amor

Crítica de María Victoria Vázquez - El Espectador Avezado

Parece ser que por cada película fuerte de acción que se estrena, el mercado prepara una más tranquila, algo romántica, como para compensar. Sucedió con Los Vengadores y Cuando te encuentre, y se repite esta semana con Battleship, y Votos de amor. Definitivamente, en esta ocasión el público ha tenido mejor suerte.
Esta película, basada en hechos reales, según se anuncia apenas comienza, nos cuenta la historia de Paige (la encantadora Rachel Mc Addams) y Leo (Channing Tatum, también en cartel con Comando Especial), un joven y enamorado matrimonio de Chicago que sufre un accidente de auto, en el que Paige pierde la memoria. Sus últimos recuerdos quedaron en su “antigua vida”, por lo tanto nada acerca de ciertas decisiones cruciales, y menos de todo lo referente al pobre Leo, le resulta conocido.
En el medio, aparecen los padres de la chica, un estricto y acaudalado matrimonio (interpretado por Sam Neill, y Jessica Lange), tras quienes se esconde el misterio de la decisión de la antigua Paige de cambiar de vida. El desafío de Leo será reconquistarla, compitiendo incluso con un exnovio dispuesto a la segunda vuelta. El desafío de Paige será redescubrir quién es ella realmente.
Michael Sucsy (en su debut como director de sala, viene del mundo de los comerciales aunque ya había hecho algo para HBO), no se complica con el tratamiento. Piensa y estructura "The vow" como una película simple, que cuenta una historia sin pretensiones, con momentos tiernos, otros simpáticos, pero sin caer en lugares comunes ni momentos excesivamente dramáticos. Bien actuada, funciona la química entre Addams y Tatum, aunque ella a veces parezca sin demasiadas luces (está desmemoriada, en realidad, hay que comprender aunque McAdams no viene acertando mucho con sus papeles).
Es cierto que el desarrollo no es ningún misterio, y sin embargo la narración funciona, como para que el suspenso (bueno, o la tensión entre los eventos) no decaiga y el espectador quiera seguir viendo la película. No es nada fuera de lo común, ni será recordada en el tiempo, pero funciona.