Viviré con tu recuerdo

Crítica de Rocío Belén Rivera - Fancinema

TANGO, SILENCIO Y PALABRAS

Sergio Wolf es una figura importante dentro de la cinematografía argentina actual. En sus roles de guionista, productor y director ha logrado imprimir una estampa particular en los documentales que ha dirigido. En su última producción, Viviré con tu recuerdo, realiza un diálogo con su primer documental, Yo no sé qué me han hecho tus ojos (2003). En ambos films el director evoca la figura de la gran Ada Falcón, célebre cantante de tango, que se ha hecho famosa no sólo por sus interpretaciones sino también por su melodramática (y poéticamente tanguera) historia de vida, la misma que se intenta construir a lo largo de las dos obras de Wolf.

En Viviré con tu recuerdo, el director, desde una enunciación en primera persona, no sólo ofrece la reconstrucción de parte de la historia de Falcón, sino que también realiza un ejercicio meta-cinematográfico, reflexionando y evidenciando el proceso mismo de creación de un documental, con sus avatares y complicaciones. En particular, y es sumamente interesante, el film aborda una problemática específica: cómo recuperar lo perdido, en este caso no sólo la historia de quien ya no está, sino también de un elemento esencial de una película: una secuencia. La obsesión del director por recuperar el sonido de una escena que ha perdido “la voz” ocupa gran parte del documental, mostrando los diferentes artilugios de los que se valió Wolf para poder ponerle palabras a aquello que pareciera haber querido quedarse en silencio. Del mismo modo, el film expone, de manera tangencial, sugestivas discusiones intelectuales de Wolf junto con otros cineastas, donde los distintos puntos de vista y las diferentes estéticas quedan expuestos, enriqueciendo el juego de la creación de un nuevo elemento artístico.

Es interesante cómo el documental, además de evocar una estética tanguera de la época de oro de este estilo, en fotogramas y a través de la banda sonora donde predomina el tema Yo no sé qué me han hecho tus ojos, también se permite inmiscuir dentro de esta estética de principio de Siglo XX elementos de la cinematografía más moderna, como tomas desencajadas, planos continuados de nucas, movimientos de cámara inesperados, generando así una rica combinación de lo clásico y moderno, en pos de una obra que no sólo permite abordar una parte importante de la cultura argentina, como es el tango, sino también reflexionar sobre el propio proceso de creación de un film.