Viviré con tu recuerdo

Crítica de Martín Chiavarino - A Sala Llena

La cinta perdida

Tras la investigación y la entrevista a la popular actriz y cantante de tango Ada Falcón para el documental Yo no Sé que me han Hecho tus Ojos (2003) -título de la película y de una de las canciones más notorias de la cantante-, en su vejez durante el 2002, Sergio Wolf, uno de los directores, recupera una cinta de 16 milímetros que creía perdida con una de las primeras entrevistas. Pero no logra encontrar la cinta de sonido.

La enigmática figura de la cantante desaparecida de la escena pública en 1942 luego varios extraordinarios éxitos internacionales en su carrera junto al violinista y director de orquesta de tango, Francisco Canaro, dispara el interés del realizador, que se mezcla con la transición de una tecnología analógica a la digital que domina la producción cinematográfica de la actualidad.

La pérdida de la cinta de audio sume a Wolf en reflexiones cinematográficas realmente interesantes. Entre otros, le pide consejo a su amigo y colega Edgardo Cozarinsky, que aporta ideas extraordinarias para convertir el problema en una posibilidad de experimentación sobre la relación entre imagen y sonido.

Viviré con tu Recuerdo -otro título de una inolvidable canción de Falcón– se sumerge cada vez más en la obsesión de recuperar las palabras perdidas de Falcón en lugar de concentrarse en la construcción de un documental que complemente la historia de la cantante. De esta manera, los logros estéticos de la fotografía de Fernando Lockett y la música de Gabriel Chwojnik se pierden en escenas anodinas sobre búsqueda de textos y de expertos en lectura de labios para perder el camino de forma definitiva y dejar una obra en la que abundan los claroscuros con escenas geniales y anodinas que deja un sabor amargo a oportunidad perdida.