Vergüenza y respeto

Crítica de Néstor Burtone - Otros Cines

Soy gitano

El director de Moacir y El árbol de la muralla vuelve a retratar personajes marginados en un film algo más disperso que los anteriores, pero igual de apasionante.

Estrenada en una de las secciones paralelas de la última edición del Bafici, Vergüenza y respeto muestra los usos y costumbres de los Campos, al tiempo que indaga en los pormenores de la legendaria comunidad. Su modo de vida puede parecer extraño para los cánones sociales mayoritarios (las chicas no pueden salir solas a la calle y suelen casarse vírgenes y durante la pubertad con otro gitano; todos suelen dejar el colegio en 3° o 4° grado, entre otras cosas), pero Lipgot tiene el mérito de jamás juzgarlos.

Tal como ocurría con sus films anteriores, el director se muestra atento y paciente para dejar que sus personajes se desenvuelvan y hablen con libertad, sin tapujos. Esto da como resultado un trabajo algo más disperso y menos concéntrico que los anteriores, pero con la misma nobleza y vocación de iluminar zonas poco tematizadas en el cine argentino.