Veredas

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Muchas de las comedias o comedias románticas del cine nacional buscan agradar al espectador y, en varios casos, terminan forzando las relaciones y los chistes, con el objetivo de generar risas y empatía. Pero esto no sucede en “Veredas”, un tipo de film que poco abunda en nuestra actualidad y que sobresale por su frescura y naturalidad.

“Veredas” cuenta la historia de Federico y Lucía, dos jóvenes desconocidos con vidas totalmente diferentes, que por orden del destino cruzarán sus caminos, siendo guiados por el azar y las ganas de cambio dentro de su cotidianeidad.

La película de Fernando Cricenti propone una historia simple sobre unos jóvenes que se conocen de manera inesperada y que transitarán situaciones poco ordinarias para un primer acercamiento. Se tratan temas como la complejidad de las relaciones humanas, las uniones, las separaciones, y lo sorprendente que es la vida. Tal vez desde un comienzo uno ya sabe cómo va a terminar el film, pero lo que importa y donde se le pone especial acento es en el recorrido hacia dicho final.

Como dijimos anteriormente, “Veredas” se caracteriza por ser fresca y natural y esto lo podemos observar sobre todo en la manera en la que se cuenta la trama y la forma en la que se relacionan los protagonistas (encarnados sólidamente por Paula Reca y Ezequiel Tronconi), su química y sus diálogos. Todo parece espontáneo entre ellos, pero no porque suene improvisado, sino porque se nota que es casual.

Por otro lado, se destaca la gran presencia urbana que hay en el film, ya que la mayor parte de las locaciones se ubican en el exterior. Los protagonistas recorrerán a pie varios barrios porteños y estaciones, mostrándonos nuestra ciudad a través una excelsa fotografía.

La cámara en mano se utiliza con un claro objetivo narrativo y apoya a esta idea de seguir a los protagonistas por los paisajes urbanos. Esto le genera, además, un mayor dinamismo al relato, que no se estanca en ningún momento, sino que fluye constantemente. Lo mismo ocurre con la música que acompaña muy bien al film.

En síntesis, “Veredas” funciona de una buena manera como una bocanada de aire fresco dentro del cine nacional, un film que sacará una sonrisa y dejará al espectador con una buena sensación una vez finalizada. Simple pero espontánea y natural.