Un golpe de talento

Crítica de Fernando Hansen - Toma 5

“UN GOLPE DE TALENTO”: CAMINO A LAS GRANDES LIGAS

Basada en una historia real, la película del director Craig Gillespie cuenta la historia de dos chicos indios que son descubiertos por un cazatalentos estadounidense llamado J.B. Bernstein, que junto a su compañero Ash Vasudevan (Aasif Mandvi) tienen una empresa que se dedica al manejo de jugadores de distintos deportes como el baseball o el fútbol americano.

Jon Hamm es el protagonista de “Un golpe de talento” que dura apenas más de dos horas en el que su trabajo como manager deportivo ha caído en desgracia. Ante estas complicaciones, él decide ofrecerle un negocio al señor Chang (Tzi Ma), un inversor de deportes interesado en atletas asiáticos: ir en busca de talentos a la India, una fuente de nuevos espectadores y consumidores del deporte.

Allí J.B. y Ash se encontraron al principio con una importante decepción por no poder encontrar un verdadero talento, al menos un joven que pudiera lanzar la pelota a 80 millas por hora. Sin embargo, el reality siguió pasando ciudad por ciudad hasta encontrar a Rinku Singh (Suraj Sharma) y Dinesh Patel (Madhur Mittal).

Ellos dos fueron finalmente seleccionados para viajar a Norteamérica y comenzar a entrenarse con Tom House (Bill Paxton) para ser pitchers de baseball. Al poco tiempo iban a tener que realizar una prueba, ya que J.B. Bernstein había prometido llevar a cabo esta búsqueda en el plazo de un año, pero ellos no iban a estar listos.

Todos iban a quedar decepcionados con el protagonista por no preocuparse debidamente por estos chicos pero él cambiaría su forma de actuar producto de la relación que comenzaría con su vecina, Brenda. Dos jugadores, un manager en apuros, una relación amorosa y un entorno de negocios iban a transformarse en una nueva oportunidad en la vida de todos, incluido Amit Rohan (Pitobash Tripathy) quien los acompaño desde India para llegar a cumplir su anhelo de ser director técnico de este deporte.

“A million dollar arm” (por su título en inglés) es un relato interesante, basado en una historia que se volvió real para la vida de dos muchachos que jamás lo hubiesen imaginado, donde lo importante dejan de ser los negocios y pasan a ser las personas que se esfuerzan por alcanzar un objetivo: ser jugadores de baseball.

A pesar de esto, el largometraje se centra demasiado en la vida de este empresario desdichado sobre quien el director – por momentos – centra la historia, quedando Dinesh y Rinku fuera de escena. Gillespie si bien muestra los cambios de ánimo por los que van atravesando, pasando de la decepción a la ilusión y del fracaso a la alegría, deja sin explotar muchas aristas de la vida de estos nuevos talentos más allá del momento en que los descubren y de lo que, a grandes rasgos, es evidente desde un comienzo.